Las comunidades de regantes confían en que habrá recursos suficientes para cubrir la próxima cosecha de invierno porque los embalses de la cabecera del Tajo están llenos. Los altos niveles de caudal se asegurarían hasta prácticamente la próxima primavera cuando se tienen previstos los recortes al trasvase contemplados en el plan hidrológico, que harían reducir los niveles acumulados.
Los agricultores del Camp d’Elx y otras comarcas se están preparando estos días para iniciar la campaña de plantación de hortalizas aunque siguen con dudas sobre cuál será el resultado final, visto el retraso de la recogida de cítricos como el limón o la granada mollar, para la que se espera una merma por problemas en la floración y un retraso en el inicio de la recolección, que está prevista para mediados de octubre.
Ángel Urbina, presidente de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) San Enrique, indica que hay aportes suficientes por ahora si además se cumplen las perspectivas de lluvia, aunque reprocha que todavía no se haya reunido la junta de explotación y que aún no hayan llegado los 20 hectómetros cúbicos que el Ministerio de Transición Ecológica autorizó por tener una situación hidrológica nivel 3 constatada en la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura.
Urbina reitera que si la solución del Tajo es la desaladora a costa del consumo eléctrico será un golpe fuerte para los regantes, que «somos los más perjudicados, los más olvidados, si quieren hortalizas frescas o producto de proximidad lo que no puede ser es lo que hace el Gobierno». Cree que se está creando una angustia a los comuneros que dificulta que se pueda invertir en modernizar regadíos.
Javier Berenguer, presidente de Riegos de Levante, apunta que los embalses ahora están en un buen momento «pero si siguen con la modificación de caudales ecológicos bajarán muy rápido». Apunta que ahora los regantes dependerán de la climatología para mantener las reservas, que en casos como el embalse de Crevillent se llenó antes de acabar el año hidrológico y registra 10,5 hectómetros cúbicos, que suponen el 25% de los recursos que necesita la comunidad de regantes.
La incógnita es cómo se asumirá la reducción del trasvase en los próximos meses y el titular de Riegos de Levante ya pronostica que habrá más problemas de los actuales con la modificación de la regla de explotación por la que se recibirán 27 hectómetros cúbicos del nivel 2 en lugar de los 38 que se venían recibiendo hasta ahora, «por lo que tenemos que ver cómo evoluciona el sistema y hasta adonde llegamos», expone.
Pedro Valero, representante de Asaja en Elche también teme que las dificultades para tener suministro vendrán a medio o largo plazo aunque indica que la temporada de invierno suele ser menos conflictiva que en verano ya que los cultivos de hortalizas como la alcachofa pueden admitir agua con más baja calidad a diferencia de los cítricos, explica.
«Ahora hay agua en los embalses, y se riega también de sobrantes del Segura o de la comunidad de El Progreso», además de la depuradora a manta. Sin embargo, desde Asaja reconocen que son tiempos muy complejos para el agricultor por las bajadas de producción que se han registrado este año «con los problemas de la floración o con las incertidumbres del trasvase...cuando no sabes que hacer te anima a dejarlo todo y arrancarlo».
Las frases
«Con lo embalsado podemos pasar hasta febrero o marzo con agua»
Ángel Urbina - Sat San Enrique
«Son tiempos complejos para el agricultor por la bajada de la producción»
Pedro Valero - Asaja
«Dependemos de la climatología para mantener las reservas»
Javier Berenguer - Riegos de Levante
«Vamos a reducir a la mitad algunos cultivos porque la venta es muy barata»
Antonio Mas Candela - Agricultor
Es lo que le ha ocurrido a Antonio Mas Candela, agricultor. Lleva prácticamente toda la vida dedicado a la tierra, e incluso fue homenajeado como agricultor del año en 2015. Siente que cada día le sale menos rentable la cosecha y ya calcula que va a cultivar la mitad de productos como la patata de segunda cosecha porque en la pasada temporada tuvo que almacenar el género en la cooperativa porque la venta era muy barata, admite. De igual forma, duda sobre si le rentará plantar brócoli, porque apenas sacó 15 céntimos por kilo en la anterior campaña de esta hortaliza.
«Hemos plantado menos e iremos reduciendo, todos los precios suben como la luz o el gasoil». De igual forma, ya asegura que tendrá una merma importante en los limoneros porque cayó la floración y tiene dudas de que se aseguren recursos hídricos el próximo año para no recurrir al agua desalada. «Esto es política todo, agua hay y si lo administraran los agricultores se podría trabajar», resalta.
