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La falta de compactación de la tierra junto al puente del Bimil·lenari augura una compleja reparación

Las primeras conclusiones del estudio, que seguirá hasta noviembre, apuntan a las deficiencias del terreno y a las humedades, de las que no se localiza su origen, como principales causas de los socavones

El mal estado del puente Bimil·lenari antes de la última reparación del asfalto ANTONIO AMORÓS

Las primeras conclusiones de los especialistas que están estudiando por qué se hunde el asfalto en la glorieta del puente del Bimil·lenari auguran que va a hacer falta una reparación importante para acabar con los continuos problemas que da la infraestructura. La mala compactación de la tierra que rellena la losa del viaducto (coincide con la calzada por donde circulan los vehículos), unida a la humedad, son los principales problemas que por ahora han encontrado los expertos. Algo que hace temer al equipo de gobierno que hará falta una gran obra en este transitado punto, porque, en principio, habría que excavar en profundidad en las distintas capas de la tierra y luego habría que volver a asfaltar. De momento, los especialistas encargados del sondeo van a realizar más comprobaciones hasta el mes de noviembre para ratificar qué ocurre y cuál es la solución definitiva. Después, el Ayuntamiento tendrá que ejecutar la obra, determinar cuánto costará y si será necesario cortar total o parcialmente el tráfico en este transitado punto por donde pasan alrededor de 20.000 vehículos diarios.

Mientras tanto, el concejal de Mantenimiento, Héctor Díez, aseguró que harán las reparaciones necesarias (tuvieron que volver a asfaltar en julio por precaución) para que los vehículos puedan seguir circulando y garantizó hay motivos para pensar que hay seguridad en el puente. Y es que lo que han arrojado ya las mediciones y los sondeos que comenzaron en junio, por parte de una empresa especializada en estudios geotécnicos, es que la losa (pesa 30.000 toneladas) que está enterrada en la rotonda del puente, a 14 metros de profundidad y que sujeta los tirantes, está en buen estado. Sin embargo, según Héctor Díez, no se puede descartar por ahora movimientos en la losa del contrapeso o bien por la mala calidad del relleno o por movimientos de la losa. Los técnicos tampoco han detectado problemas en la estabilidad de la ladera, pese a la gran erosión que presenta el terreno ni corrimientos de agua.

La falta de compactación de la tierra junto al puente del Bimil·lenari augura una compleja reparación

Sí que han encontrado diversas fisuras en las aceras, los pasamanos y hornacinas del viaducto, así como a lo largo de toda la rotonda y en la base de la torre del puente que, según el edil del área, «hay que observar cómo evolucionan». A pesar de la información disponible hasta ahora fruto de cuatro sondeos en el subsuelo y la lectura de los valores de siete hitos para recabar telelecturas y 11 placas en la estructura para medir posibles inclinaciones, la empresa contratada por el Ayuntamiento ha pedido más tiempo para seguir buscando respuestas. El objetivo es continuar inspeccionando el puente hasta la primera semana de noviembre para alcanzar resultados concluyentes y así ver el comportamiento del subsuelo en otra estación del año diferente al verano, que es cuando arrancó. También tendrán que buscar de dónde procede la humedad detectada y si es de una tubería cercana al problemático viaducto.

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