Abrir por primera vez al público un refugio de la Guerra Civil, el del Paseo de Germanías, y recuperar huertos históricos de palmeras, como el de Pontos y el de Rastoll, (éste último implicará perder un centenar de plazas de aparcamiento en Facasa), son los principales proyectos que acometerá la Concejalía de Patrimonio a corto plazo en Elche.
Es lo que trasladó este lunes el Ayuntamiento a colectivos de la ciudad en la mesa de patrimonio, que no se reunía desde 2018, en la que también se informó de la multitud de frentes abiertos en los que está trabajando la Concejalía y que tardarán más en ver la luz como es la estabilización de la ladera del río, a su paso por el Molí del Real (el proyecto está en Contratación) o como la elaboración del catálogo de edificios protegidos. No obstante, la pretensión municipal es que ambas iniciativas estén solucionadas antes de que acabe el mandato.
La obra para poder rehabilitar y reabrir la faeneta agrícola situada en la ruta del Palmeral, en el Hort de Pontos, está en licitación por más de 708.000 euros; así como la transformación del solar de la avenida de Candalix en un huerto-jardín por 650.000 euros. Para la remodelación del Paseo de Germanías con el fin de convertirlo en un museo, con la retirada de la Cruz de los Caídos incluida, ya se licitó la redacción del proyecto.
Más allá de estas actuaciones, algunas de ellas pendientes del mandato anterior incluso antes, la Concejalía de Patrimonio dice tener toda la maquinaria trabajando para poder hacer realidad otras muchas reivindicaciones como el catálogo que blindará del derribo edificios y construcciones con valor arquitectónico.
Ante la carga de trabajo del departamento, según la edil del área, Ana Arabid, el Ayuntamiento va a tener que externalizar la redacción del documento de inicio, que servirá para tener claro qué inmuebles merecen la protección y a qué nivel.
El compromiso de la concejala es que este catálogo y el Plan Especial del Palmeral, cuyo borrador se presentó en 2018 y hay un plazo de caducidad de cuatro años. Este documento es obligatorio desde que la Unesco concedió a Elche la distinción de Patrimonio de la Humanidad por este bien hace 21 años y sigue siendo una asignatura pendiente.
Y en paralelo, la Concejalía se ha comprometido a elaborar durante los próximos meses con personal municipal el documento de inicio del Plan Especial del Conjunto Histórico Artístico.
También sigue teniendo sobre la mesa el área de Patrimonio la restauración del Palacio de Altamira. El inmueble histórico reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC) precisa desde hace meses una importante rehabilitación tras desprenderse parte del enlucido que ha dejado al descubierto buena parte de las entrañas de su acceso principal.
El equipo de gobierno ha reclamado en dos ocasiones subvenciones para acometer la obra sin éxito alguno y, según Ana Arabid, en caso de no captar fondos externos tendrán que asumir con los presupuestos municipales de 2022 la obra.
