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Vecinos de San Antón retiran de sus fachadas la publicidad que colgaron sin permiso

El Ayuntamiento pidió a los residentes que eliminaran los anuncios de los edificios más degradados del barrio por incumplir la ordenanza municipal

Los edificios de San Antón, ya sin los anuncios que ocupaban gran parte de sus fachadas. | ANTONIO AMORÓS

Las fachadas de los dos edificios de San Antón que se cubrieron de publicidad sin permiso del Ayuntamiento ya están limpias. A los vecinos, que todavía residen en estos bloques degradados y que dieron por cuenta y riesgo autorización para pintar los anuncios sobre una pared que ocupaba cuatro de las seis plantas del inmueble, no les ha quedado otra. Y es que estaban incumpliendo la ordenanza y tampoco habían pedido consentimiento a la empresa municipal Pimesa que es titular de los pisos vacíos tras haber realojado a sus residentes a los nuevos pisos sociales.

Aunque han sido escasos días los que las fachadas «blancas» se cubrieron de publicidad, lo cierto es que los anuncios desconcertaron a muchos por el lugar donde estaban ubicados, y de paso también consiguieron llevarse sus impactos, que es lo que toda marca pretende cuando se anuncia en algún lado.

Impactado también parece que se quedó el Ayuntamiento cuando descubrió las dimensiones de estos soportes visuales sobre unos edificios donde lleva un control especial. Y por eso, al enterarse al cabo de los días, Pimesa se puso manos a la obra para esclarecer lo ocurrido y advertir a los propietarios de que regularizar esos anuncios era algo inviable porque la normativa municipal solo los permite en medianeras de edificios. A partir de ahí, a mitad de semana las fachadas de ambos inmuebles ya volvían a su estado original.

¿Y cómo llegaron hasta ahí semejantes publicidades? Al parecer, según fuentes municipales, varios residentes permitieron que una empresa pintara sus fachadas para colocar la publicidad sin el consentimiento de toda la comunidad de vecinos, entre la que figura el propio Consistorio al ser el titular de las viviendas que quedan vacías tras haber realojado a sus propietarios en los nuevos inmuebles que se han construido en el barrio dentro del programa de regeneración urbana.

Ni tampoco pidieron permiso a la Concejalía de Urbanismo para ubicarlos en las dos fachadas. Al final, sin licencia, los anuncios han tenido que eliminarse.

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