Honores al patrón de los zapateros desde la solemnidad en Elche. La ciudad ha recuperado hoy una pequeña parte de la tradición anual de pedirle trabajo a San Crispín y salud para todo el año. Este domingo,24 de octubre, se ha celebrado una misa al aire libre a partir de las 11 horas a las puertas de la ermita que lleva el nombre del santo. A partir de las 12 horas, además, se han abierto las puertas laterales del humilde templo para que los ilicitanos y más visitantes que lo desearan pudieran estar cerca de la talla, aunque sin besos ni roces para prevenir contagios de coronavirus. La entrada a la ermita se hace de forma ordenada y los asistentes entran en fila.
Quiénes quieran pueden acercarse hasta las 18 horas para visitar a San Crispín, aunque este año no se han repartido ni chinchetas ni calendarios, tal y como adelantó este diario. La organización explicó que por recomendaciones sanitarias tampoco podían repartir estos objetos, que anualmente han sido especiales porque muchos los guardan como amuletos.
Todos esos pequeños detalles, que muchos han echado de menos, hacen que hoy se trate de una cita atípica pues por segundo año consecutivo no se ha celebrado ni la romería ni el enclave está acompañado del tradicional mercadillo que, en épocas pre covid incentivaba un día de algarabía en el barrio. Así las cosas, tampoco se han observado los típicos atascos ni hogueras, y la típica estampa de familias comiendo cocas también ha resultado difícil recuperarla en esta edición.
Sin embargo, el simple hecho de que los devotos pudiesen volver a reunirse junto al patrón en su ermita ya ha sido un momento de júbilo, y para prestar atención a la misa, la organización, la asociación de amigos de San Crispín, ha dispuesto 200 sillas.
El acto de hoy cierra una semana de actividades litúrgicas como el Triduo en la parroquia Madre de Dios.