Elche tendrá la nueva ley del Palmeral aprobada por las Cortes Valencianas, salvo imprevistos, este miércoles, y colectivos como Volem Palmerar han reclamado al Ayuntamiento que empiece a trabajar ya con los cambios que exigirá la normativa para que ésta tenga resultados y no se quede sobre el papel.
El colectivo protecicionista ha revindicado, desde adaptar el Plan General de Ordenanción Urbana (PGOU) a la nueva realidad; contar con el censo de palmeras y elementos protegibles por la ley; el Plan Director del Palmeral, y más medios para salvaguardarlo.
Volem Palmerar aplaude la renovación de esta norma que data de 1986, pero insiste en que hay asignaturas por resolver para mejorar el paisaje ilicitano. Apuntan a la falta de una plantilla municipal adecuada, con personal y medios suficientes, al lamentable estado de las acequias de riego, el uso de aguas inadecuadas y la poca frecuencia, el uso de herbicidas, la la escasa reposición de nuevos ejemplares por parte del Ayuntamiento, la propagación de la plaga del picudo rojo y paysandisia, así como el arado continuo de los bancales y la carencia de cultivos en los mismos, como los lastres del Palmeral ilicitano
Desde que se anunció, en junio de 2017, la voluntad de elaborar una nueva Ley y se conoció el borrador de la misma, Volem Palmerar ha trabajado para mejorarlo ante las insuficiencias y contradicciones que contenía. Presentaron sugerencias, alegaciones y las discutieron en las propias Cortes Valencianas. Considera el colectivo que han mejorado, de forma importante, el texto a debatir.
Lo negativo, según la asociación es que la nueva ley permita que, en huertos en zona Unesco, (la zona más importante y sensible), se puedan encaperuzar palmeras por motivos turísticos o culturales. O que se permita la existencia de museos o centros de interpretación dentro de los huertos históricos, aunque sólo esté permitido por la ley en casas tradicionales existentes rehabilitadas o reconstruidas, ya que podrían ir en otros espacios menos delicados. «Nos felicitamos de haber evitado la barbaridad, inicialmente prevista, de poder transformar casas de campo en estos huertos en hoteles, discotecas, etc».
Aplauden también la creación de la Gerencia del Palmeral y la consideración del suelo de los huertos históricos como suelo rural que puede blindarlos frente al cemento, así como la presencia de colectivos en los órganos gestores.
