Treinta y cinco años después desde que se aprobara la primera Ley para el Palmeral de Elche y dos décadas después de que la Unesco concediera el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad, la ciudad de las palmeras ya tiene una nueva legislación para tratar de garantizar la supervivencia de uno de sus tesoros más preciados. Las Cortes Valencianas han aprobado por fin una normativa que ponga a el paisaje ilicitano a la altura de la declaración mundial. O al menos eso es lo que la mayoría de la población espera de este articulado después de tanto tiempo de tramitación.
La apuesta por el aprovechamiento agrícola de los huertos y la financiación de sus gastos de mantenimiento a partes iguales entre la Generalitat y el Ayuntamiento serán los principales ejes de un articulado refrendado por la mayoría del Parlamento valenciano.
El Botànic, con el apoyo de Ciudadanos, ha sacado adelante un proyecto de ley con 62 votos a favor, frente a la abstención del PP y de Vox (33 votos), que rompieron con la unidad y se pusieron de perfil en la renovación de la tan reivindicada ley. Entre sus principales argumentos para no apoyarla, el considerar que no va a solucionar los problemas reales del oasis ilicitano y que lo abocará a su desaparición.
Para el alcalde, Carlos González, que presenció la votación desde la Cámara, acompañado del concejal de Parques y Jardines, Héctor Díez, y de la edil de Urbanismo, Ana Arabid, «hoy (por ayer) es un día trascendental para Elche». El regidor socialista destacó a su juicio las tres principales consecuencias que va a suponer esta ley pensada para «legar a las generaciones futuras el Palmeral ilicitano».
En primer lugar, destacó que se va a blindar a la joya ilicitana «de la que ha sido siempre su principal amenaza: la construcción» porque garantiza que los huertos queden exentos de la edificación.
El segundo efecto más importante que va a tener, según el primer edil, es la implicación económica de la Generalitat en el Palmeral a partir de ahora, algo especialmente demandado por el equipo de gobierno ilicitano que ha reconocido en varias ocasiones que el Ayuntamiento es incapaz de poder mantener con los medios que tiene todos los huertos en perfectas condiciones. De hecho, llegó a cuantificar en más de dos millones de euros el gasto que conllevaría podar todo el Palmeral.
La tercera clave de la ley, para González, es la declaración como Bien de Interés Cultural del oficio de palmerero, lo que a su juicio «permitirá garantizar la supervivencia de un oficio ancestral» que se encuentra, de hecho, en graves problemas para encontrar un relevo generacional.
Para Compromís, que también asistió a la votación histórica de la ley, la legislación va a suponer «en definitiva la protección integral a la cultura asociada a los huertos de palmera», señaló su portavoz, Esther Díez, quien puso el acento en las «estrategias de crecimiento de los huertos para ampliar el patrimonio en la ciudad, un elemento primordial a la hora de garantizar su pervivencia las próximas generaciones y que, a su vez, dispone las herramientas para a hacer valer el patrimonio cultural, ambiental y paisajístico de los huertos».
Con la nueva ley aprobada, el Ayuntamiento ya tiene deberes por delante. Según el concejal de Medio Rural, Felip Sánchez es el momento de desarrollar con urgencia el Plan de Uso y Gestión del Palmeral, que exige la normativa. También se ha comprometido el ejecutivo local a incluir las disposiciones que contempla la ley en la nueva redacción del Plan General de Ordenación Urbana «para asegurar que este símbolo único del municipio de Elche tenga garantizada su viabilidad, mientras se convierte en una herramienta eficiente en la lucha frente al cambio climático», dijo Sánchez.
Desde 2017
Todo esto se ha conseguido después de un largo proceso. La tramitación de esta ley ha sido compleja. Empezó en 2017, en el anterior mandato, con la elaboración por parte del Ayuntamiento de un borrador que fue aprobado por pleno. En marzo de este año, el anteproyecto, tras pasar por la Conselleria de Cultura, comenzó en las Cortes Valencianas el debate de la misma.
Ha habido al menos dos periodos de consulta en el que asociaciones y particulares han podido hacer aportaciones, algunas aceptadas y otras no. Después de retrasarse su votación en varias ocasiones, ayer fue por fin el día que pasará a la historia como el de la renovación de la ley del Palmeral.
Cinco enmiendas de la formación naranja, incluidas
El uso de materiales del Palmeral, como la palma o la madera de la palmera datilera, en huertos de la zona de amortiguamiento o del entorno de protección donde se vayan a crear parques y jardines es una de las enmiendas de por Ciudadanos que aceptadas con el fin de generar el menor impacto en el Palmeral. La formación naranja, que ha respaldado la normativa, aunque se mostró en contra de limitar los encaperuzamientos de palmera, logró que se le incluyeran cinco de sus propuestas en la comisión. También propuso reconocer como Bien de Interés Cultural el oficio de datilero.
