El Observatorio Ocupacional de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche está coordinando un proyecto financiado por la Conselleria de Innovación para que su estudiantado tenga la capacidad de desarrollar las conocidas como «competencias blandas», entre las que se encuentran la creatividad, la comunicación, la relación con los demás o la resolución de problemas. Detrás de esta iniciativa se encuentra la necesidad de impartir una formación en innovación que prepare a los alumnos para poder afrontar con garantías los nuevos paradigmas empresariales y tecnológicos.
El proyecto financiado por el Consell y coordinado por el Observatorio Ocupacional se desarrolla a través del Vicerrectorado de Estudiantes y Coordinación de la UMH. La iniciativa ha surgido, según explica el director del Observatorio Ocupacional, Domingo Galiana, para dar respuesta a la demanda de las empresas del entorno universitario, las cuales buscan cada vez más la incorporación de profesionales con capacidad para crear productos y servicios que se adapten a los nuevos modelos de negocio y tengan un impacto sustancial en los diferentes sectores económicos.
«En una sociedad en constante cambio y evolución como la actual, quedarse como estamos supone una regresión. Si el panorama está cambiando y seguimos haciendo lo mismo, lo más probable es que nuestra empresa esté abocada al fracaso y la desaparición», subraya la técnico del servicio de empleabilidad de la UMH Dolores López. Los profesionales en ocupación del estudiantado universitario consideran que innovar, adaptarse y transformarse son necesidades fundamentales en el mercado laboral.
Empleabilidad
El Observatorio Ocupacional de la UMH tiene como objetivo aumentar la empleabilidad de los universitarios, motivo por el cual hace hincapié en su desarrollo de las «competencias blandas». El proyecto puesto en marcha junto al Consell pretende inculcar una cultura innovadora en los estudiantes para que desarrollen este tipo de competencias y sean capaces de incorporarse al mercado laboral aportando a las organizaciones un enfoque innovador que genere ventajas competitivas.
«Esperamos que esto tenga un impacto en la creación de valor para todas las personas», sostiene el vicerrector de Estudiantes y Coordinación, Juan José López Espín. El integrante del equipo de gobierno universitario también espera que el proyecto facilite la detección de nuevas oportunidades de negocio y personales, ya que la innovación constituye una capacidad determinante para las empresas, en la medida en que se ha convertido en su motor más importante para la transformación y el crecimiento.
Por su parte, la vicerrectora de Trasferencia de Conocimiento, María José López Sánchez, incide en la necesidad de que desde las universidades formen a los jóvenes en competencias que les permitan incorporarse al mercado laboral, generar valor y crear iniciativas empresariales competitivas. «Nosotros tenemos la necesidad de formar en materia de innovación a los estudiantes para que desarrollen más competencias, como la creatividad, la comunicación, la relación con los demás o la resolución de problemas, entre otras», recalca.
Talleres
El proyecto, que se está desarrollando durante este año, diseña una formación muy práctica, en la que se explica a los participantes en los talleres la importancia de la innovación y cómo tener un perfil acorde con estos conocimientos y actitudes. Los universitarios realizan una formación en la que aprenden las habilidades necesarias para ser personas innovadoras, y también diferentes técnicas para generar ideas e implementarlas en el futuro.
Una parte del estudiantado que se está formado también realiza trabajos de final de grado o de final de máster desde un punto de vista innovador. Otra parte del alumnado participa en una experiencia piloto con empresas del entorno, con el objetivo de implementar algunos de los conocimientos adquiridos en los talleres. Los tutores de estas prácticas han manifestado su satisfacción con la experiencia y abren la puerta a futuras contrataciones.