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El Ayuntamiento abre la puerta a proteger el Mercado Central y a rehabilitarlo

El equipo de gobierno anuncia que un informe del Icomos recomienda poner en valor el edificio de la plaza de las Flores por sus valores patrimoniales

El Mercado Central de Elche

El Ayuntamiento de Elche ha anunciado hoy que trabaja conjuntamente con la Conselleria de Cultura para definir el nivel de protección del viejo inmueble del Mercado Central y su adhesión al Catálogo de Bienes Protegidos (CBP) y su rehabilitación.

En este sentido, el informe elaborado por el Comité Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) sobre la construcción avala las pretensiones de salvaguarda del Gobierno local y autonómico. En el mismo, se recomienda a ambas administraciones el estudio pormenorizado por parte de los especialistas que en estos momentos se encuentran trabajando en el nuevo CBP para “que sean ellos quienes sopesen su inclusión”, dado que el edificio “reúne múltiples valores patrimoniales para su consideración, protección, conservación, restauración y rehabilitación” con el grado que se “estime conveniente y acertado tanto en su conjunto como por aquellas partes o elementos del mismo”.

Además, el ente ligado a la Unesco recomienda al Equipo de Gobierno y al Consell que, en base a los resultados del estudio, aceleren la elaboración del CBP y que se establezca el grado de protección de la antigua instalación de abastos. Igualmente, ICOMOS alerta de que si “se renuncia a recuperar el edificio con adecuado uso para los residentes se estará abocando a una mayor gentrificación del centro histórico de Elche”.

Si bien el texto reconoce que la construcción se concibió con un “fin estrictamente funcional” y las expectativas de su esperanza de vida “al no proyectarse como un hito representativo” no rebasaban el medio siglo, estando vinculada a una arquitectura “racionalista del siglo XX y del movimiento moderno”, es cierto que ICOMOS destaca su singularidad cultural, urbanística e histórica al ser portadora de valores de la modernidad de la pasada centuria. Sin embargo, ha avisado que dichas consideraciones quedan supeditadas “a la aparición o no de restos arqueológicos de la ciudad islámica y medieval bajo el subsuelo del propio Mercado, excavación que resulta preceptiva antes de tomar decisión alguna” de modo que “se posibilite la convivencia de todos los bienes patrimoniales de interés, tanto modernos como contemporáneos o medievales en un mismo contenedor”.

Asimismo, pese a su “obsolescencia funcional” y deficiencias relativas a “la accesibilidad, la transparencia o su permeabilidad” –su cubierta a dos aguas contiene placas de fibrocemento–, los perfiles metálicos, de soportes, vigas y cerchas de cubierta “se encuentran en perfecto estado y debidamente protegidos contra la oxidación”, apunta el escrito.

Seis décadas de historia

El Mercado Central, cerrado desde 2017, forma parte del imaginario de la identidad colectiva de los ilicitanos, según ICOMOS. Obra del arquitecto Santiago Pérez Aracil, se terminó de construir en 1962. Su tipología arquitectónica se remonta a los mercados de estructura de hierro del siglo XIX “si bien evolucionada en el empleo parcial de elementos de hormigón armado y en la aparición de un nivel superior dentro de su uso”, señala el informe. Y va más allá y define los acabados del Mercado como “documentos históricos” al “conformar una parte sustancial del modo de hacer y ejecutar una cultura material: la propia de los años del milagro económico o recuperación económica de España y de reencuentro de esta con la modernidad”.

Desde finales del siglo XX, la sensibilidad hacia el patrimonio arquitectónico racionalista y del movimiento moderno en España ha crecido, contando con la consideración de entidades y colectivos. En 2012, los Servicios Territoriales de Patrimonio aconsejaron “su inclusión en el catálogo urbanístico”; en cambio, en 2018, un nuevo informe de Conselleria abordaba la mayor complejidad del Mercado Central, al descubrirse unos baños árabes en la Plaça de la Fruita. Según este último escrito, el Mercado presenta “un interés patrimonial relativo” al ser un inmueble “fuera de escala respecto al Recinto Histórico, el área ‘intramuros’ y el Núcleo Histórico Tradicional”.

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