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En busca de un aceite gourmet

Productores locales tratan de reinventarse para sobrevivir apostando por variedades ecológicas y primando la calidad del oro líquido - Crecen las exportaciones y el mayor tirón del género local está entre el cliente extranjero

Momento de llegada de aceituna a la almazara El Tendre para iniciar el proceso de preparación del aceite. | MATÍAS SEGARRA

Cuando alguien piensa en la granada mollar se le viene a la mente Elche y otros municipios al sur de la provincia, pero cuando se trata de hablar de aceite de oliva la estampa que puede aparecer primero es la de inmensas fincas de olivos de puntos del panorama nacional como Andalucía, y en concreto provincias como Jaén.

Pues bien, Elche también se dedica desde tiempos inmemoriales a producir el buen llamado oro líquido, aunque cierto es que almazaras y los propios agricultores tienen que lidiar con la falta de arraigo social por este producto y con ciertas dificultades en la promoción.

Cabe señalar que el siglo pasado se contabilizaban hasta una treintena de pequeñas almazaras repartidas por todo el término municipal que, con el paso del tiempo, fueron desapareciendo hasta que en la actualidad solamente permanecen tres.

Una de ellas es Almazara El Tendre, en Alzabares Alto, que es de carácter familiar, funciona desde 1839 (es la más antigua de la Comunidad Valenciana) y ya va por la sexta generación de productores. Hace unas semanas comenzó la temporada de recogida de la oliva y este año confían en que será una buena campaña porque los precios están más competitivos después de la reducción de kilos en 2020 por la pandemia.

Joaquín Sempere, gerente, apunta resalta que de toda la producción que tienen, un 35% se exporta a Francia, Alemania e incluso el aceite ilicitano llega a países fuera de la Unión Europea, como Taiwan, mientras que en su día se recrudeció el envío a Estados Unidos por las políticas del expresidente Donald Trump.

Señala que el otro 60% de la producción va para consumo nacional y sobre todo reparten en la Comunidad Valenciana. Lo curioso es que el mayor tirón lo tienen entre los extranjeros que valoran muy bien el producto local, y para muchos se convierte en el mejor souvenir que llevarse a sus países de origen, e incluso organizan visitas guiadas para explicar el funcionamiento de esta almazara histórica. «La batalla que nos queda por ganar es que se nos reconozca y al aceite de oliva, como producto bueno que es, lo debemos valorar más. Para ser España el mayor productor del mundo nos falta mucha cultura, aunque las nuevas generaciones atienden más», explica el maestro aceitero.

A pesar de luchar contra esa «incultura», al haber menos familias que se dediquen a producir aceite, las firmas que sí que han aguantado han ido mejorando su maquinaria para producir más, pasando de 20.000 kilos al día a los 300.000 actuales. En cuanto a socios han alcanzado los 10.000, aunque están repartidos por diferentes comarcas ya que la producción en Elche es pequeña. Al hilo, han ido trabajando para ir fidelizando con la clientela desarrollando nuevos productos más gourmet como a aceites especiados.

Técnicos preparan el aceite en una de las almazaras de Elche. | MATÍAS SEGARRA

Desde otros establecimientos ilicitanos coinciden con la falta de arraigo en la comarca. «Somos almazara pequeña, mucha cultura de aceituna no hay y de aceite tampoco, aquí los cosecheros finales al final de temporada traen aceitunas secas del año pasado para triplicar los rendimientos de los kilos, y eso te rompe molinos y las cribas, y es una guerra constante con ellos», señala Lola Agulló, trabajadora de la Almazara Maitino.

Destaca que la política por la que han optado es la de trabajar más por calidad que por la cantidad para salir adelante, aunque reconoce que hay parte de cosecheros que no entienden que en relación a la aceituna que traigan así será el aceite que se lleven.

«El antiguo cosechero no busca la calidad del aceite si no la cantidad, por eso se espera a tener la aceituna muy madura para obtener más rendimiento, pero el resultado no tiene nada que ver con el que se obtiene para una aceite, ya que es muy raro que de una aceituna muy madura salga aceite muy bueno»

Para tratar de diferenciarse han ideado variedades ecológicas donde también tratan de rozar la excelencia, teniendo en cuenta que recientemente han ganado la medalla de oro por su aceite de oliva virgen extra ecológico en el concurso internacional de Ecotrama y el Gran Prestigio Oro, certámenes referentes en el sector.

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