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CULTURA

Una promotora quiere abrir un hotel en el Convento de las Clarisas

El inmueble es Bien de Interés Cultural y sus dependencias gozan de la máxima protección

Fachada del Convento de las Clarisas

La constructora ilicitana Eurolosa ha apostado por la conversión del histórico convento de las Clarisas en un hotel de cuatro estrellas. La empresa va a presentar un estudio donde se ha trazado un plan de desarrollo para este proyecto. Así lo ha anunciado hoy a los medios de comunicación por correo electrónico, citándoles para una rueda de Prensa que tendrá lugar el próximo martes. De ejecutarse, los trabajos se llevarían a cabo por otra mercantil de reciente creación, con sede en Elche y que va de la mano de la constructora.

El Convento de las Clarisas, uno de los edificios más importantes del casco histórico de la ciudad, está a punto de convertirse en objeto de debate sobre la gestión de patrimonio. El inmueble, que es de propiedad municipal desde 2007, es otra de las asignaturas pendientes del equipo de gobierno que, a pesar de diversas ideas sobre su uso y conservación, sigue cerrado a cal y canto, esperando una actuación definitiva, que le devuelva el esplendor y pueda ser conocido por los ilicitanos para su puesta en valor.

Eurolosa, que es conocida del Ayuntamiento por algunas actuaciones municipales en la ciudad, buscaría así gestionar un edificio en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, que goza de ser uno de los puntos clave del ocio y el turismo. La constructora destinaría, según algunas fuentes, siete millones de euros para rehabilitar el inmueble y reconvertirlo en un hotel que albergaría 32 habitaciones.

La empresa, según han confirmado miembros de los distintos grupos municipales, ha mantenido contactos con todos ellos para explicarles en qué consiste su proyecto. Pero más allá de de los deseos y las ilusiones de la empresa, tendría que cumplir con ciertos requisitos de difícil acceso. Entre ellos, que se aprobara por la junta de gobierno, algo que en ningún momento se ha contemplado, según dijo esta misma semana la concejala de Urbanismo, Ana Arabid, en una comparecencia sobre este asunto. Entre estos trámites, el más simple y a la vez complejo, sería garantizar la protección del edificio, que está considerado Bien de Interés Cultural (BIC), cambiar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y obtener también las autorizaciones de la Conselleria de Cultura.

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