Los principales tributos municipales a los que tienen que hacer frente los ilicitanos por tener una casa, un coche, por vender una propiedad o heredar dejarán el próximo año menos dinero en las arcas municipales. Y no porque el equipo de gobierno los haya bajado, ya que de nuevo estarán congelados. El Ayuntamiento ha previsto para 2022 una caída generalizada en la recaudación en lo que se refiere a impuestos directos, del 2,9% respecto a las cuentas de este año, que se traduce en 2,5 millones de euros menos.
Por segundo año consecutivo, con el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) el presupuesto municipal recoge una ligera caída de ingresos (de 60 millones a 59,6 millones). Por el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (ITVM) estiman percibir 11,8 millones frente a los 12,1 millones de 2021, mientras que la mayor caída en la recaudación se prevé por las plusvalías o el impuesto del incremento de valor de terrenos de naturaleza urbana, de un 65%, al pasar de recaudar 4,2 millones, a estimar unos ingresos de 1,5 millones de euros.
Para hacer estas previsiones de un año a otro, el área de Gestión Tributaria coge de referencia el ejercicio anterior y, por ejemplo, en el caso del IBI, se tiene en cuenta las altas que se han producido en el padrón de 2021. Según la edil del área, Patricia Maciá, para el próximo año han optado por «ser prudentes a la hora de hacer estimaciones, y no ir al alza para hacer un presupuesto equilibrado en cuanto a la recaudación».
Igualmente, el equipo de gobierno considera que las arcas municipales van a percibir menos por el tributo de circulación a causa del aumento de las bonificaciones para vehículos híbridos y eléctricos.
En el caso del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), el que pagan las empresas que facturan más de un millón de euros, Gestión Tributaria ha previsto 7,2 millones de euros, un 22% más que en el ejercicio actual, pero, según la concejala del área, Patricia Macià, en ese montante se incluye 1,2 millones de euros de atrasos de otros ejercicios.
Frente a esa bajada generalizada que rompe con la tendencia de los últimos años previos a la pandemia, el erario municipal va a salir beneficiado de los impuestos indirectos (los que dependen de la participación de tributos del Estado), por las construcciones y obras, el IVA, el alcohol y el tabaco, la cerveza y los hidrocarburos. Por este tipo de productos, las arcas municipales van a ingresar un 8,4% más, según recogen los presupuestos municipales. Además, el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2022 contempla un crédito presupuestario para dar cobertura a la compensación del Sistema Inmediato de Información del IVA, para minimizar el impacto sobre la liquidación de la participación en este impuesto de 2017, que se estima ascenderá a 1.500.000,00 euros.
Asimismo, otro de los «colchones» que van amortiguar la bajada de la recaudación por los tributos municipales son las tasas. El Ayuntamiento prevé percibir el próximo año 21,9 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,64% respecto al ejercicio 2021, aunque los tipos impositivos se han mantenido invariables.
Ese aumento se debe a que la hostelería no ha tenido que hacer frente a estas obligaciones fiscales en todo 2021 por tener terrazas, ni tampoco los mercadillos. Y de cara a 2022, la Concejalía de Gestión Tributaria ha previsto ingresar 280.000 euros por mesas y sillas, ya que la suspensión del cobro de las tasas será, salvo cambios, hasta mediados de año.
El gasto en personal subirá un 5,7% por el incremento salarial
La partida de Personal en los presupuestos municipales del Ayuntamiento es la más alta de los gastos. Y el próximo año será todavía mayor que este. Su importe global será de 85 millones de euros para 2022, un 5,7% más. Esto se debe principalmente a la aplicación del incremento salarial del 2% contemplado en el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado y que se ha cifrado en 1,2 millones de euros. Además, se ha consignado el crédito necesario para afrontar las retribuciones del personal contratado en base a programas subvencionados así como la actualización de retribuciones de puestos de trabajo o los servicios extraordinarios (1,5 millones de euros).
