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Una máquina elimina la última huella del hotel de Arenales: un sótano de 1.500 m²

El aporte de arena que recibirá la primera línea de playa deberá pasar un estricto control de Costas y cumplir con unos parámetros químicos - Una vez retirados los escombros la empresa devolverá la parcela al estado que tenía hace 60 años

La montaña de escombros del hotel de Arenales donde una pala trabaja estos días en picar la cimentación del sótano. | ANTONIO AMORÓS

La demolición del hotel de Arenales ha llegado ya al subsuelo. La primera línea de la costa ilicitana en nada se parece a lo que era hace dos meses. Nada queda en pie y todo está reducido a una montaña de escombros, excepto lo que se encuentra en el subsuelo, la cimentación de lo que fue un sótano de 1.500 metros cuadrados que daba servicio al complejo hotelero.

La empresa encargada de hacer desaparecer el viejo inmueble se encuentra estos días trabajando precisamente en el derribo del subterráneo convertido en una balsa de agua acumulada tras las últimas lluvias. Una máquina se encarga de picar la losa de cimentación con tal de eliminar cualquier resquicio de hormigón en las profundidades de la playa. El objetivo es devolver la parcela a su estado original, tal y como explicaron los encargados de planificar la obra.

Y por eso, una vez retirados todos esos escombros que se cuentan por cientos de kilos, lo que aún podría llevar a los trabajadores alrededor de dos semanas, llegará el turno de rellenar el socavón con arena.

Para ello, será necesario incluso que la Dirección General de Costas realice un control sobre el aporte de tierra que va a recibir la zona, puesto que la arena tiene que cumplir con unos parámetros químicos estrictos, tal y como señalaron desde la obra. Un proceso minucioso del que por ahora se desconocen plazos.

Los últimos coletazos de la demolición que acoge Arenales del Sol. | ANTONIO AMORÓS

Comenzará así la fase de regeneración y renaturalización de la playa de Arenales con la vista puesta en que esta Semana Santa este punto de la primera línea del mar pueda volver a ser después de sesenta años un espacio libre y de uso público. En total, está previsto que Arenales del Sol gane 6.000 metros cuadrados de playa.

Recientemente, el Ministerio de Medio Ambiente ha puesto el derribo del hotel de Arenales del Sol como una actuación a seguir en procesos similares que se tengan que ejecutar en España. Así lo aseguró el secretario de Estado del área, Hugo Morán, en la visita a los trabajos de demolición, quien también puso en valor que ahora vuelven a la ciudadanía unos terrenos que «no deberían haber dejado de ser suyos».

Fue el 18 de octubre cuando arrancó el esperado derribo tras todo un verano de preparativos. Los vecinos y el alcalde de Elche calificaron de «momento histórico» el inicio de la demolición del edificio cuyo esqueleto afeaba desde décadas el enclave turístico tras fracasar su reapertura en 2015.

Ahora, esas palas que trabajan sin descanso desde mitad de octubre forman parte del último capítulo de la historia de un hotel que abrió en los años sesenta cuando solo había arena y mar en Arenales del Sol y apenas edificios.

El principio del fin de aquel sueño llegó en 1979, cuando por falta de financiación sus dueños tuvieron que cerrar sus puertas sin saber que sería para siempre. Y con el tiempo aquel complejo hotelero de ensueño acabó saqueado y convirtiéndose en una mole de hormigón degradada a marchas forzadas en primera línea de playa y por lo tanto en una parcela de dominio público marítimo afectada por la ley de Costas del Gobierno central con la que se prohíbe hacer todo tipo de obra nueva.

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