Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El nacimiento de un apacible oasis en Elche

Una nueva charca en el Clot de Galvany, que tardará dos meses en estar llena y es la sexta del paraje, permitirá potenciar la biodiversidad

Arriba, otra perspectiva de la charca. Abajo, visitantes. | ANTONIO AMORÓS

La charca de Taray es el nombre que se ha decidido poner a este nuevo hábitat en el Clot de Galvany, todo un oasis ubicado en Arenales del Sol, cerca de la playa del Carabassí y lindando con Gran Alacant. Pasa a ser así la sexta charca de este ecosistema que cada vez atrae a más fauna y flora.

Precisamente, con el objetivo de potenciar aún más la biodiversidad se ha generado esta charca artificial (con esta sería la tercera de estas características que se suman a otras tres naturales, seis en total) que, curiosamente, en tiempos pretéritos fue sede un movimiento ilegal de tierras y posteriormente se convirtió en un vertedero.

Ahora, recuperada por Aigües d’Elx, responsable del mantenimiento y conservación del Clot, el objetivo es que se consolide y que genere las condiciones necesarias para especies vegetales y animales autóctonas.

La edil de Medio Ambiente de Elche, junto al gerente de Aigües d´Elx, Javier Prieto, y el director conservador del paraje, Juan Carlos Aranda, visitaron este martes la zona y, además de anunciar que la entrada del agua se completará en dos meses (presenta una capacidad de unos 2.000 metros cúbicos), apuntaron que de momento la misma va a estar cerrada al público «para la incorporación de especies que, entendemos, en este entorno tendremos casos de éxito y así ir aumentado la biodiversidad en el paraje».

Visita ayer por parte de representantes del Ayuntamiento de Elche y de Aigües d’Elx a la nueva charca en el Clot de Galvany. | ANTONIO AMORÓS

Martín pescador, anade azulón, somormujo lavanco, garceta común, malvasía cabeciblanca, garza real, flamencos o agachadiza común son solo algunas de las aves que aquí residen, pero también una extensa y variada flora, entre ellas los nenúfares, que estaban en peligro de extinción y que se han vuelto a reintroducir.

Las charcas del Clot de Galvany son zonas inundables que presentan una lámina de agua la mayor parte del año. Se generan con agua salobre de origen natural y son especialmente relevantes para la avifauna y la biodiversidad del paraje.

«Se trata de agua regenerada para hacer una gestión sostenible desde el principio hasta el final de este entorno», afirma Díez, quien añade que «gracias a la gestión municipal que se hace en el Clot de Galvany desde 1996 y al trabajo que realiza en los últimos años también la empresa mixta Aigües d´Elx estamos consiguiendo un entorno de altísima calidad y valor ecológico». La ampliación este paraje se encuentra en su fase final, en concreto en manos de la Conselleria de Transición Ecológica, para garantizar la protección del paraje natural municipal.

El nacimiento de un apacible oasis

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats