Elche y València quieren que sus carriles bici, sus calles peatonales, su red de autobuses urbanos y en definitiva sus políticas de movilidad sostenible se conviertan en ejemplos que se puedan exportar a otras ciudades porque como ha dicho el edil responsable de estos proyectos en la capital del Turia, Giussepe Grezzi, «se demuestra que la gente es más feliz».
Las iniciativas que en los últimos años se han impulsado con tal de reducir los vehículos privados en los corazones de ambas urbes fueron compartidas por ambos ayuntamientos este martes en Elche. Y sus concejales de Movilidad solo han visto cosas positivas en cada una de las obras realizadas hasta el momento.
Pese a las reticencias iniciales de la población que también hubo en València y el temor a que el centro se vaciaría ante la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento donde antes circulaban más de 10.000 vehículos, el edil valenciano aseguró que ahora se ha convertido un espacio peatonal lleno de personas y con actividad económica.
Y precisamente, Elche lleva tiempo fijándose, según la concejal de Movilidad, Esther Díez, la capital de la Comunitat que ya cuenta con 40 kilómetros de carril bici, «más de un 30% de los que teníamos, haciendo que seamos la ciudad española y mediterránea donde más se usa la bicicleta», señaló su homólogo valenciano.
Con este ejemplo, y en una ciudad de las palmeras donde actualmente el 80% de las emisiones contaminantes proceden del vehículo privado, según el Ayuntamiento, Esther Díez puso en valor los proyectos acometidos y los que están por llegar como los nuevos carriles bici de la avenida de Alicante y Pedro Juan Perpiñán. «Tras años en los que parecía que las poblaciones mediterráneas no merecían ni reunían las condiciones para ello, se ha visto que sí lo hacen si apostamos por ciudades verdes y por políticas valientes, defendió la edil.
