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La demanda de servicios de salud mental en el Vinalopó de Elche aumenta entre un 30 y un 50%

El centro sanitario ilicitano advierte del aumento del malestar emocional, la soledad y la desesperanza

Personal sanitario del Hospital del Vinalopó de Elche.

“Estamos más tristes”. Puede que no siempre. Es posible que esta “emoción primaria” nos atrape solo a ratos, o algunos días. El jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario del Vinalopó, del grupo sanitario Ribera, asegura que la pandemia y las restricciones sociales ha aumentado el malestar emocional de los ciudadanos, así como los sentimientos de soledad, abandono y desesperanza, que se suman a situaciones particulares que también provocan tristeza, como otras enfermedades, pérdidas y situaciones laborales o personales complicadas.

Luis Fabián Mahecha, jefe del servicio de Salud Mental, asegura que la tristeza “es un estado emocional humano que todos hemos experimentado, probablemente ante circunstancia vitales adversas, vicisitudes o problemas que aparecen en la vida”.

Los especialistas aseguran que es normal sentir tristeza ya que se trata de una reacción psicológica más, como lo puede ser la rabia o la alegría. “Cuando estamos tristes lloramos, pensamos en negativo, tenemos menos ganas de realizar actividades y quizás buscamos la soledad. El problema viene cuando la tristeza se convierte en depresión, términos que solemos confundir”.

Cabe señalar que la depresión es una tristeza profunda nunca antes experimentada o “tristeza vital” que envuelve a la persona pudiendo afectar todas las esferas de su vida. Se acompaña más comúnmente de falta de interés o capacidad para experimentar placer, apatía, insomnio, alteración de la alimentación, pérdida de energía y dificultad para concentrarse.

El doctor Mahecha señala que no existe un perfil único de personas con depresión, “todos somos susceptibles de padecerla. Se calcula que en España una de cada 10 personas estará afectada de esta enfermedad en algún momento de la vida”. Por ello, nos recuerda que, si sospechamos que la tristeza es distinta, más fuerte que cualquier otra que pudiéramos haber sentido antes o que se ha convertido en algo más profundo, conviene acudir al especialista o pedir ayuda a alguien cercano. “Si el dolor psicológico es muy intenso, ha durado más de lo esperable y hay más síntomas que lo acompañan, no hay que perder tiempo”.

Todos los hospitales del grupo sanitario Ribera han reforzado los servicios de Salud Mental, ante el aumento de entre un 30 y un 50% de los casos que solicitan atención por parte de los especialistas. Además, el grupo ha puesto en marcha un programa de salud emocional digital, Minds, que permite la atención personalizada y el seguimiento constante de un terapeuta a través de una aplicación que incluye la posibilidad de videoconsultas, un chat y multitud de recursos (audios, textos, técnicas de relajación etc) adaptados a cada caso.

Para el doctor Mahecha, es importante apoyarse en la familia, amigos y allegados, buscar alternativas al problema, no caer en la trampa del pesimismo y no permitir que la situación nos consuma: evitar el aislamiento e intentar mantener las actividades y rutinas para intentar impedir que el dolor avance. Lorena Cerezo, psicóloga clínica en el Departamento de Salud de Denia, aconseja, además del apoyo del entorno, entender que hay que vivir la tristeza y transitarla sin rechazarla ni evitara, darse permiso para llorar y descansar.

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