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Conselleria y Ayuntamiento abren expediente por los macrocultivos junto a El Hondo

La empresa carece de licencia de obra para la balsa construida en zona de amortiguamiento del humedal y tiene dos informes desfavorables de Medio Ambiente desde el año pasado

Los cultivos que cercan el parque natural de El Hondo ANTONIO AMOROS

La plantación de cultivos a gran escala junto al Parque Natural de El Hondo que ha puesto en alerta a la junta rectora del humedal y a los ecologistas se realizó sin licencia municipal hace alrededor de un año y con dos informes desfavorables de la Conselleria Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. El Ayuntamiento y la administración autonómica han anunciado, ante la polémica generada y la protesta convocada para este domingo, que van a abrir expedientes a la empresa.

Por un lado, la Concejalía de Urbanismo tiene, según su edil responsable, Ana Arabid, un parte de inspección precisamente por ese motivo, que derivará en un expediente de infracción urbanística. Y por otro lado, el departamento autonómico va a incoar, tal y como aseguró la consellera Mireia Mollà, otro procedimiento administrativo para valorar la posible afección de esta actividad agrícola en el espacio natural y según su grado se determinará la sanción.

Y es que la proliferación de la agroindustria que ha cubierto grandes extensiones con plásticos al sur del humedal, en concreto, el perímetro de amortiguamiento del parque natural y una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) no recibió los parabienes de la conselleria desde el principio. Y pese a ello, la empresa lleva trabajando desde hace alrededor de un año tras haber realizado movimientos de tierras para las plantaciones, haber instalado riego por goteo y construido una balsa de agua, según alertaron desde la junta rectora de El Hondo.

En primer lugar, Mireia Mollà advirtió que cuando el Ayuntamiento les remitió el pasado año información, al pedirles licencia municipal la empresa para construir una balsa, emitieron dos informes sectoriales de Agricultura y de Espacios Naturales desfavorables. A ello se suma que después, a finales de octubre, llegó una denuncia de la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) a los servicios territoriales, lo que desembocó en que conselleria cursara un expediente de inspección con la presencia de agentes medioambientales para averiguar lo que había ocurrido, según Mollà. 

Tras constatar la existencia del embalse construido junto a El Hondo y en suelo no urbanizable, la administración autonómica, tal y como siguió relatando la conselleria, redactó otro informe sobre la denuncia que remitieron al Ayuntamiento de Elche el pasado 20 de diciembre.

Sin embargo, tras los distintos frenos que puso la conselleria a lo largo del pasado año y la ausencia de licencia municipal, la actividad agrícola ha seguido produciéndose en esta zona sensible y próxima al humedal, lo que meses atrás ha venido motivando las quejas de la junta rectora de El Hondo, cuyo presidente Vicent Sansano, aseguró haber puesto en conocimiento el asunto en dos consejos municipales, el departamento de infracciones urbanísticas y la administración autonómica.

Ochenta hectáreas transformadas para cultivos regados por goteo


Es la cantidad de terreno afectada por los macrocultivos que ha cifrado la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), entidad que dirigió un escrito mediante un escrito a la Conselleria de Transición Ecológica denunciando las obras el año pasado. El colectivo dijo que se derribaron algunas de las casas de aperos existentes y ejemplares de eucalipto, se allanó y se labró toda la superficie suprimiendo elementos.

Los riesgos

Ha sido esta semana cuando, al ver que los macrocultivos no se detienen, Margalló Ecologistes en Acció, de la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d’Elx (ADR) han hecho público su preocupación por el impacto de la agroindustria en esta zona.

Tanto la junta rectora del Parque Natural, como los ecologistas han coincidido en que estas plantaciones a gran escala van a tener efectos negativos. El presidente de la junta rectora ha advertido que esta actividad pueda «suponer una grave agresión a los acuíferos porque se están utilizando fertilizantes y otros productos que acaban arrastrándose y llegando a los azarbes donde toman agua varias comunidades de regantes que nutren El Hondo y puede afectar a las Salinas de Santa Pola también». Teme, además, que estos macrocultivos se conviertan en la avanzadilla de otras empresas que vengan detrás.

En esta línea, la ambientóloga e integrante de Margalló, Mariló Antón, ha coincidido con Sansano en que «el impacto paisajístico de la implantación de estas empresas en el entorno de El Hondo es más que evidente, la utilización de plástico y geotextiles para proteger los cultivos supone la desaparición de un hábitat utilizado antes por multitud de especies animales, especialmente aves, para alimentarse, descansar o reproducirse». La experta añade que si a esto «le unimos la utilización masiva de fertilizantes químicos y plaguicidas, con la inevitable contaminación de acuíferos que ello supone, el efecto puede ser similar a lo acontecido en el Mar Menor».

Desde la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d’Elx, por su parte, también alertan sobre la variación en el sistema de regadío tradicional que estas explotaciones agrícolas conllevan. «No respetar un sistema de riego que viene de hace siglos supone un peligro tanto para el sistema agrícola como para el ambiental», afirmó Pascual Serrano, presidente de la entidad.

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