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Los regantes del trasvase rechazan el precio por el agua desalada del Gobierno por multiplicar sus costes

El Sindicato Central argumenta que los 0,36 euros por metro cúbico son 0,62 en sus campos, y ahora pagan entre 0,16 y 0,18 - Los agricultores realizarán una contraoferta «justa y asumible» y piden un acuerdo más allá de 2025

Una imagen de trabajadores del campo en Orihuela, junto a los tubos del trasvase del Tajo camino del pantano de la Pedrera. | TONY SEVILLA

«Estamos abocados al desastre» o « l Gobierno ha tomado una decisión y asume sus consecuencias políticas» fueron dos de las frases que ayer dejó caer el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) tras reunirse con las comunidades de regantes y el Círculo del Agua, para decir no a la propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), quien tras dos meses de negociación les ofrecía un precio de 0,36 euros por metro cúbico de agua desalada, propuesta que es insuficiente para los regantes porque tienen que sumar otros gastos (IVA, transporte, pérdidas, mantenimiento,...) que elevan la factura a 0,62 euros por metro cúbico, cuando ahora están pagando por el trasvase entre 0,16 y 0,18 por la del trasvase. Multiplicar por cuatro el precio de los recursos hídricos les hace negar un acuerdo que, además, tiene fecha de caducidad: 2025, pues la propuesta contempla que la subvención concluya con las obras de interconexión de las desalinizadoras y de la operatividad de las plantas fotovoltaicas para abaratar el coste energético. Por ello, realizarán una contraoferta porque ven que no va a poder rentabilizar sus cultivos con un agua a ese precio. Esta se quiere hacer llegar hoy mismo y será «justa y asumible» para que el Gobierno «llegue hasta donde pueda». Del trasvase viven de forma directa más de 30.000 familias en la provincia de Alicante.

Poco podía convencer el Gobierno a los regantes cuando ven cómo el trasvase, con el nuevo plan de cuenca del Tajo se va cerrando por el progresivo aumento de caudales ecológicos que contempla, principalmente, y por la derivación de una nueva tubería de riego por Castilla-La Mancha. Además, piden seguridad, ya que nadie les dice a qué otros sobresaltos tendrán que hacer frente, sobre todo, en 2027, cuando se establezca un caudal mínimo en el Tajo de 8,6 metros cúbicos por segundo que augura un recorte de 100 hectómetros al año en el trasvase. Es decir, la mitad prácticamente de lo que se trasvasa ahora. Jiménez consideró una «atrocidad» restar un centenar de hectómetros cúbicos con destino a la «cuenca más deficitaria de Europa».

Y esa seguridad que demandan pasa por que el Ministerio garantice o aclare qué van a tener que pagar dentro de tres años o qué va a subvencionar Transición Ecológica si el precio del megavatio sigue sufriendo altibajos. «Las perspectivas de negocio pueden irse al suelo», lamentaba Jiménez. Las comunidades de regantes aguantan la unidad entre ellas para que sea el SCRATS quien marque la representación del sector ante el Ministerio, pero Jiménez ya anunció que habrá comunidades que irán por libre. «La línea de trabajo pasa por no dilatar mucho en el tiempo las negociaciones con el Ministerio pero mejorar la propuesta todo lo posible», añadió.

"La línea de trabajo pasa por no dilatar mucho en el tiempo las negociaciones con el Ministerio pero mejorar la propuesta todo lo posible", dice Lucas Jiménez

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El presidente, en referencia a los caudales ecológicos del Tajo, volvió a recordar que los regantes no piensan vincular los acuerdos por los convenios del agua desalada a una mejora ambiental en el río manchego. Añadió que hasta el Ministerio admitió su error técnico a la hora de hacer los cálculos para fijar los caudales ecológicos pero tiene claro que no van a variar su hoja de ruta: «La planificación hidrológica del Tajo está sujeto a algo más que lo técnico, y eso quiere decir que esto ya es todo político. El Ministerio ha tomado una decisión y asume las consecuencias políticas». Y esa seguridad que pide, el presidente de los regantes también la extendió al agua para abastecimiento por que de seguir la sequía el precio que tendría que pagar el ciudadano murciano, alicantino o almeriense «se multiplicaría por dos».

Jiménez: «La planificación del Tajo es acabar con el trasvase en tres provincias»

Lucas Jiménez, en referencia a los caudales ecológicos del Tajo, volvió ayer a recordar que los regantes no piensan vincular los acuerdos por los convenios del agua desalada a una mejora ambiental en el río manchego. Añadió que hasta el Ministerio de Transición Ecológica recuerda su error técnico a la hora de hacer los cálculos para fijar los caudales ecológicos, pero tiene claro que van a variar su hoja de ruta: «La planificación hidrológica del Tajo está sujeto a algo más que lo técnico, y eso quiere decir que esto ya es todo político». También acusó al Ministerio de hacer «una planificación política de los planes hidrológica del Alto Tajo» y argumentó que el único fin es «acabar con el trasvase en tres provincias».

Presión para defender su postura «civilizadamente»

El SCRATS anunció que ya se están convocando asambleas de las comunidades de regantes del trasvase para conocer la situación y las decisiones adoptadas por la junta general, que conducirán a «defender, civilizadamente, en la calle» su postura, aunque no se han concretado fechas de movilizaciones. Jiménez adelantó que los regantes se sumarán a las protestas convocadas por las organizaciones agrarias por la situación «insostenible» del sector, que tendrá una cita en Murcia el 16 de febrero y una manifestación nacional en Madrid el 20 de marzo.

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