Compromís ha presentado hoy la imagen y el proyecto de cómo podría ser el río Vinalopó sin cemento a su paso por la ciudad y ha mostrado abiertamente sus diferencias con el PSOE que rechaza esta iniciativa y que va a impedir que el Ayuntamiento pida fondos europeos para poder sufragarla. La portavoz de este grupo municipal y edil de Medio Ambiente, Esther Díez, ha lamentado que tengamos un "río muerto biológicamente" y ha dicho que "ni comparto ni entiendo la negativa de llevar a cabo la petición de unas ayudas que primero implicarían hacer un estudio de viabilidad". Ha pedido a sus socios de gobierno que reconsideren su postura y que no se dejen llevar por un "criterio desfasado y obsoleto" para mantener el cemento en el río.
Díez se ha mostrado convencida de que la supresión de la solera de hormigón se "acabará materializando porque lo que ahora es una recomendación acabará siendo obligado" y ha lamentado que "habremos perdido tiempo una oportunidad de sufragarlo con fondos europeos". Lo ha comparado con la peatonalización de la Corredora por los años que se tardó en apostar por una obra en la que "todo el mundo ha acabado coincidiendo en que es positiva".
Su concejalía lleva meses elaborando una propuesta que incluso cuenta con un estudio preliminar encargado a la empresa que se ocupó de estudiar la inundabilidad de la ampliación del Parque Empresarial. Según la edil, el informe ha concluido que es viable "adoptando unas medidas se seguridad", aunque, no obstante, para la subvención de la Fundación de la Biodiversidad lo primero que se haría es un estudio de viabilidad, después la redacción del proyecto y por último la ejecución.
El departamento de Medio Ambiente ha cifrado en 2,5 millones de euros el coste de suprimir los 52.000 metros cuadrados de hormigón en el tramo urbano. De conseguir la financiación, el Ayuntamiento contaría con 1,9 millones de euros y el resto saldrían de las arcas municipales. Es más, también tiene estimada la Concejalía la cantidad que supondría costar el mantenimiento del cauce para rebatir uno de los argumentos del PSOE para rechazar el proyecto: 48.000 euros al año para poda y hacer frente a especies invasoras. Sobre el temor a que afloren mosquitos, el técnico municipal de Medio Ambiente también han refutado a los socialistas. "No cabe en principio pensar que habría un aumento de la población de mosquitos porque el agua es salobre". Respecto a los daños que está sufriendo la ladera, una de las principales tesis del PSOE para frenar esta iniciativa, la portavoz de Compromís ha asegurado que "se están generando ya problemas sin haber quitado el hormigón" y ha asegurado que los muros laterales del cauce "no se tocarían".
Respuesta del PSOE
Sus socios de gobierno, que han preferido esperar a mañana para rebatir a Compromís, han hecho públicas después de la comparecencia de Ester Díez, a través del alcalde, Carlos González, cuáles son las principales razones por las que se oponen al proyecto. La primera es la necesitad de contar con "una garantía absoluta de la estabilidad de la ladera para que cualquier actuación sobre la solera de hormigón no comprometa su estabilidad". La segunda, tal y como ha dicho el primer edil, es tener "haya absolutas garantías técnicas de que ante cualquier avenida de agua, como las que se produjeron años atrás y motivaron el hormigonado, no quede comprometida la circulación de las aguas fluviales". El regidor socialista ha recordado que el río se hormigonó a raíz de las avenidas que sufrió la ciudad.
