El conflicto en Ucrania sensibilizó desde el primer momento a personas que enviaron ayuda humanitaria. Desde que estalló la guerra, hace ya más de 40 días al este de Europa, son muchos los gestos solidarios por parte de la población civil y de organizaciones para mandar no sólo alimentos y medicación, si no también para prestar un hombro en el que los afectados puedan apoyarse.
Y es precisamente lo que ha hecho el colegio San José de Calasanz de Elche, que ha ideado un sistema para comunicarse con niños y adolescentes ucranianos con tal de mandarles un mensaje de ánimo y esperanza, y para recordarles que no están solos.
El equipo docente y directivo del centro planteó recientemente que el alumnado y los profesores adquiriesen un diario en el que poder mandar un mensaje para que el receptor de estos documentos, niños y adolescentes ucranianos, puedan contestar y contar en primera persona cómo están atravesando estos momentos.
«Escribiríamos una pequeña carta, en la primera hoja de esa libreta, presentándonos, mostrando nuestra preocupación por las circunstancias que están viviendo y animando a niños, jóvenes y adultos a que escriban un diario. El alumno o profesor que quiera podrá adjuntar una foto suya, para personalizar al amigo o amiga español, desde San José de Calasanz», indica el centro en una circular que han remitido a los progenitores en busca de colaboración.
María Esther Ruiz Martínez es la promotora de la iniciativa. Esta profesora de Formación Profesional reconoce que cuando pensó en lanzar la propuesta temía que la dirección la considerase inviable. Si bien, ha sido todo lo contrario.
Una buena parte de los 350 alumnos en enseñanza obligatoria y más de medio millar en no obligatoria se está movilizando, así como progenitores. Dedican ratos libres, bien en casa o tutorías, para presentarse en estos diarios, lo que supone un minucioso trabajo ya que tienen que traducir sus textos al ucraniano. Los más pequeños dedican dibujos y hay quiénes envían fotos suyas para que los diarios queden más personalizados.
Entienden desde el centro que estas libretas podrían ser el medio donde los menores ucranianos «puedan volcar sus rabias, frustraciones, sus miedos, pero también los anhelos de paz, la fuerza de la superación ante las adversidades, contando la valentía del día a día. Cuando toda esta pesadilla haya terminado, les invitamos a que nos las envíen con las experiencias vividas, con sus lágrimas en las páginas, pero con la fuerza y el coraje que habrá demostrado el pueblo ucraniano», señalan desde la dirección.
Tal y como indica Martínez, esta acción solidaria mueve muchos valores y permite que los menores de Elche puedan expresar también toda la incertidumbre que sienten en estos momentos.
Desde el centro están barajando que entidades como Cruz Roja y otras ONG’s puedan ayudar para que los documentos, que tienen la dirección del centro, lleguen a su destino y puedan venir de vuelta. Ademas, los diarios irán clasificados por cajas para que lleguen bien a su destinatario, bien a niños que no saben leer, niños que leen, adolescentes y adultos.
