La Generalitat Valenciana tiene previsto reanudar el desdoblamiento de la carretera de Santa Pola este verano en temporada alta y después de prácticamente un año entero sin obras en el vial por un bloqueo administrativo que ha retrasado la duplicación de los carriles. Para que la actuación esté completamente finalizada quedan cuatro tramos por ejecutar, desde la rotonda de Valverde hasta Elche. La administración autonómica tiene ejecutado uno y tramitados otros tres, a falta de la última fase que afecta desde rotonda de la EL-20 hasta el PK 2+400 y que debe resolver el cruce con el barranco de San Antón. Falta aprobarla y acabar de redactar el proyecto, ya se ha elaborado el estudio de inundabilidad, según fuentes de la Conselleria de Obras Públicas.
La idea es poder retomar los trabajos durante la campaña estival, pero lo que todavía no está claro si será en julio, uno de los meses con más tráfico en la CV-865, o ya en septiembre, cuando los desplazamientos entre la ciudad de las palmeras y la localidad costera bajan, aunque siguen siendo más elevados que el resto del año. Las obras que arrancarán en los próximos meses afectarán a un tramo de 2 kilómetros, desde la rotonda que da acceso a la pedanía de Valverde hasta la localidad ilicitana.
En estos momentos, la administración autonómica está evaluando las ofertas técnicas, y después, procederá a la apertura de la oferta económica, la última fase antes de adjudicar el contrato de la Dirección Facultativa de las obras y la Coordinación de la Seguridad y Salud para poder realizar el desdoblamiento, ya que la obra en sí lleva contratada desde navidades.
Los trabajos durarán 14 meses y tendrán un coste de 2,4 millones de euros. Servirán para realizar lo mismo que la Conselleria ha efectuado hasta ahora en el resto del vial para aumentar su seguridad: dos carriles en cada sentido, una mediana central, un carril ciclopeatonal, una acera y refuerzo del alumbrado.
Lo que queda
Mientras tanto, la Generalitat ya tiene en licitación las obras para desdoblar el siguiente tramo, con un plazo de ejecución de 15 meses y un presupuesto de 3,4 millones de euros, también de dos kilómetros. La siguiente actuación, ya aprobada, pero pendiente de licitación es de un tramo de 1,2 kilómetros, por 2,2 millones de euros y con un tiempo estimado de un año.La Conselleria había programado para 2023 el inicio de estos trabajos, algo que resultará ya materialmente imposible si ejecuta como hasta ahora tramo por tramo.
Más allá de los plazos que se han visto retrasados a causa del bloqueo administrativo y que ha desembocado en que la obra se «atasque» en la rotonda de Valverde, la inversión total que ha previsto la Conselleria para el desdoblamiento de toda la carretera de Elche a Santa Pola (en lo que pertenece al término municipal ilicitano) superará los 11,6 millones de euros entre obras y expropiaciones.
Reivindicación histórica
La creación de cuatro carriles en todo el vial es una reivindicación histórica en Elche, debido al numeroso tráfico que soporta. La transformación de este vial por donde pasan al día alrededor de 17.000 vehículos comenzó en 2015 con la construcción de unas glorietas que se fueron incrementando a partir de 2018 bajo el argumento de mejorar la seguridad vial en la que era considerada la carretera autonómica más peligrosa de la provincia.
La Generalitat optó por esta medida de manera provisional para eliminar las peligrosas medianas que caracterizaban este enclave y que tantos accidentes de tráfico causaban, incluso mortales. Y optó por llenar el firme de rotondas y después construyó una mediana para acabar con los adelantamientos. Paralelamente, optó por reducir la velocidad de 90 kilómetros por hora a 70 kilómetros, lo que contribuyó, junto al resto de medidas, a disminuir drásticamente los accidentes.
