"Es muy gratificante saber que facilitamos que un niño pueda ir en bicicleta a la escuela, que le pilla a siete u ocho kilómetros de su aldea, porque no tienen medios como autobuses". Pedro Moreno, profesor de FP de Mantenimiento de Vehículos del colegio Salesianos San José Artesano de Elche narra a INFORMACIÓN la contribución que durante una década han realizado los alumnos para reparar bicicletas para entregarlas a personas sin recursos que no tienen cómo ir al colegio o al trabajo. Precisamente este jueves el centro ha conmemorado la efeméride del programa "Bicis Solidarias".
Con la iniciativa han dado una segunda vida más de 400 bicis donadas por particulares, empresas y organismos, que tras la restauración se han entregado a diferentes oenegés tanto a nivel nacional como fuera del país. Estos "medios de locomoción ecológicos" recuperados se han distribuido por organizaciones como la escuela El Palmeral de Guinea Bissau, la Casita de Reposo de Elche, Kasumai, Aldeas Infantiles de Granada, Cáritas Elche, Cruz Roja Alicante, Rafiki África, Toubabs Teams o la Fundación Ángel Tomás, entre otras, así como a diferentes pisos de emancipación para jóvenes y particulares.
Para mostrar el trabajo diario, el centro ha organizado una exposición con diez paneles interactivos con múltiples imágenes del proceso de restauración por parte de 150 alumnos en todo este tiempo. Era tal la emoción, que incluso estudiantes de las primeras promociones han acudido para recordar cómo se inició este movimiento altruista que ha ayudado a tantos niños y adultos, así como para ponerse al día en el taller de cómo siguen formándose las nuevas generaciones. En este centro también hay talleres de impresión 3D, carrocería o fabricación mecánica.
En estos momentos están trabajando a contrarreloj para preparar, antes de que acabe el curso, una veintena de bicicletas que irán destinadas a refugiados ucranianos que urgen este medio de transporte, en colaboración con Bienestar Social y la asociación Conciénciate.
Lo que está claro es que este programa ha ido consolidándose hasta tal punto que grandes empresas de la comarca han donado materiales para reutilizar las bicicletas, y hay quiénes incluso de forma anónima las dejan en la portería del centro. Por otra parte, a nivel municipal han tenido también apoyo, ya que Pimesa o el parque de Tráfico también ha entregado bicicletas antiguas cuando hicieron renovación de la flota de vehículos. Desde el centro explican que en primer lugar analizan el estado de la bici, porque hay casos en los que sólo necesitan desengrasar o pintar, mientras que aquellas que llegan en un estado muy deteriorado optan por recuperar piezas que puedan valer como sillines y el resto lo venden como chatarra para reinvertir en comprar nuevos recambios, "añadiendo un valor ecológico", apunta Moreno.
Según el coordinador, el programa tiene un profundo sentido pedagógico. "A los jóvenes tenemos que ofrecerles algo diferente a lo que venían viendo en la ESO, de ahí nace la idea de hacer una enseñanza diferente donde entran en juego los valores", resaltaba el coodinador del proyecto para explicar que emplean la metodología de aprendizaje-servicio, ya que al mismo tiempo que el alumnado desarrolla el contenido curricular del módulo de taller, con tareas de lijado, pintura o mecánica, también se da un servicio a la sociedad.
Al acto de celebración han acudido los propios docentes del centro, representantes de diferentes oenegés así como el director del centro, Miguel Gambín, junto al docente Pedro Moreno; el alcalde, Carlos González y la edil de Educación.
El regidor ilicitano ha destacado el hecho de que esta iniciativa permita que el fruto de ese esfuerzo colectivo “vaya a lugares del mundo donde tienen utilidad y mucho valor”. Gambín, por su parte, ha resaltado que "el acto que hoy celebramos es una muestra de lo que somos: una comunidad educativa con muchas ideas, que pone en marcha proyectos siempre pensando en quienes más lo necesitan implicando a los alumnos, una fórmula muy nuestra”.
