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Los dueños de El Progreso alegan contra la solución que dio el Ayuntamiento para desbloquear el conflicto

La propiedad rechaza tener que preservar el patio interior por el aumento de los costes del proyecto y por la pérdida de edificabilidad

El edificio de Nuevos Riegos El Progreso, cuya fachada va a ser protegida. | MATÍAS SEGARRA

La solución para desbloquear el conflicto del edificio de El Progreso, apuntalado desde hace cuatro años en el centro de la ciudad, ha encontrado un nuevo obstáculo. Los dueños del inmueble centenario que en su día fue una antigua sala de venta de agua han alegado contra el último acuerdo de PSOE y Compromís para permitir construir un edificio de seis alturas detrás de la antigua fachada que debe de ser protegida. Y todo, porque la propiedad no está al cien por cien de acuerdo con todas las exigencias que van a tener que cumplir para poder edificar a costa de dejar un pasillo de cuatro metros abierto a los peatones entre el nuevo inmueble y el frontal del viejo.

El patio interior de el edificio Nuevos Riegos El Progreso que debe preservarse. | CÁTEDRA PERE IBARRA

Como ya publicó este diario, días después de que el ejecutivo local anunciara que había llegado a un consenso para resolver este conflicto, los dueños del solar no comparten que también tengan que preservar el patio anterior. Aseguran que el trato era mantener la antigua fachada a cambio de dos alturas más y no a costa de proteger elementos interiores. Y con esta obligación señalan que no es viable económicamente su proyecto puesto que se incrementan los costes al tener que hacer una estructura reforzada y sin pilares para poder mantener el nuevo edificio.

Y es que la imposición judicial, siguiendo los criterios de la Conselleria de Cultura, de mantener en pie la fachada de la antigua sala de venta de agua, después de que sus dueños adquirieran el inmueble sin ningún impedimento para demoler ni construir, porque entonces no estaba protegido, ya va a hacer que el nuevo inmueble que levanten detrás tenga que modificar completamente su diseño, con el consiguiente aumento del precio.

Todo ello va a implicar que las viviendas se construyan por encima de la fachada centenaria para que los ventanales puedan tener luz y no tengan vistas a una tapia y que la parte de abajo se destine a un local comercial. Según los dueños, estas exigencias han hecho que el Ayuntamiento acordara con ellos permitirles dos alturas más, hasta seis, que no plantas, con tal de que su edificio fuera viable.

Sin embargo, la decisión de preservar los elementos interiores del inmueble dicen que les va a perjudicar todavía más, porque además de dispararse los costes, se va a perder edificabilidad en los locales comerciales.

Tras recibir las alegaciones, el equipo de gobierno tendrá ahora que resolverlas antes de remitir el Estudio de Detalle que está en exposición pública a la Generalitat para su aprobación.

El objeto del Estudio de Detalles es la definición volumétrica de la edificación que se pretende construir en el solar que constituía la Sala de Venta de Agua, del conjunto de Nuevos Riegos El Progreso, manteniendo la edificabilidad asignada por el Plan General y conforme a las directrices establecidas en el expediente en tramitación de la modificación puntual pormenorizada del Plan General de Elche para dotar de protección patrimonial a la fachada recayente a la Plaza de la Constitución, así como a otros elementos, del edificio Sala del Venta de Agua del conjunto Nuevos Riegos El Progreso.

Lo que comparten

Según el documento que está tramitando el ejecutivo local, se conservará la actual fachada neoclásica en su posición actual de forma exenta creando un itinerario peatonal, a modo de soportal, entre dicho frontal y la nueva fachada que se construirá y que deberá estar alineada con el resto de inmuebles. Ese paso contará con una cubrición que conectará con la pendiente de la actual cubierta.Del frontal de la antigua sala de venta de agua se eliminarán las carpinterías de todos los huecos, así como los antepechos de las ventanas hasta el zócalo inferior, que se mantendrá. Y de acuerdo a su protección parcial, se permitirán obras encaminadas al mantenimiento y estabilidad.

Sobre el nuevo inmueble que construirán los dueños del solar, los bajos irán destinados a comercio, al coincidir directamente con la altura de la antigua fachada, mientras que los pisos superiores pretenden que alberguen viviendas. Sin embargo, los propietarios también tendrán que cumplir con unos requisitos cuando levanten el nuevo inmueble, que deberá tener líneas muy rectas. La fachada tendrá que ser de un color neutro y con una disposición de huecos regular y homogénea, para evitar que destaque sobre la fachada que se protege. No se permitirán cuerpos volados sobre la alineación oficial.

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