Un total de 42 comunidades de vecinos de Elche ha visto aprobadas sus peticiones de ayudas por parte del Ayuntamiento para rehabilitar sus edificios o hacer obras de accesibilidad. Y al mismo tiempo, otras 37 se han quedado con las ganas porque han visto denegadas sus solicitudes. Así lo recoge la resolución provisional hecha pública por la Concejalía de Urbanismo sobre las subvenciones para la conservación de inmuebles, una convocatoria dotada inicialmente con 350.000 euros, aunque el equipo de gobierno se comprometió a que podría incrementarla si la demanda fuera mayor de la que se puede cubrir con esta partida.
Precisamente, las razones por las que los técnicos municipales han frenado estas prestaciones, que financian el 15% de la obra que ejecutan los propietarios, tienen que ver, según el documento público, principalmente (en el caso de 32 edificios) con el «agotamiento de la disponibilidad presupuestaria».
También hay un caso que ha sido denegado porque el edificio no cumple el requisito de que al menos el 50% de las viviendas constituyan el domicilio habitual de sus propietarios y han desistido otros tres porque no han aportado al expediente la totalidad de la documentación necesaria para dictar resolución.
A partir de su publicación en la página web municipal, el Ayuntamiento da diez días de plazo a las comunidades de propietarios para presentar alegaciones.
Las que sí que han recibido autorización provisional por parte del departamento de Urbanismo se encuentran muy repartidas, principalmente en el casco urbano. Como ejemplo, hay edificios de las calles Ángel, Asilo, Hermanos González Selva, General Cosidó, Filet de Fora, Alpujarra, avenida de Novelda, Espronceda, José María Buck, Andreu Castillejos, Vicente Blasco Ibáñez, etc.
Para poder conseguir las prestaciones municipales, las comunidades de propietarios tienen que cumplir con los requisitos de la convocatoria que, básicamente, son: que el edificio esté construido con anterioridad a 1996 (salvo que se trate de instalación de ascensor en edificio con alguna persona con discapacidad), que la mayor parte del edificio esté reservada a uso residencial y que al menos el 50% de las viviendas constituyan el domicilio habitual de sus propietarios o arrendatarios.
En alza
Las fachadas entre andamios es una estampa cada vez más extendida Elche que no solo tiene detrás las reparaciones que acometen las comunidades de propietarios. La compra de edificios antiguos para la venta de viviendas está ganando peso en Elche hasta tal punto de que forma parte de la mayoría de los proyectos en los que trabajan los despachos de arquitectura de la ciudad.
Es el nicho de mercado en el que están poniendo interés los promotores ante el envejecimiento del parque inmobiliario, una tendencia que empezó en las grandes ciudades. Ahora, sobre todo en los dos últimos años, esa apuesta por los edificios de más de 40 años ha llegado a Elche con casos visibles en el centro de la ciudad, incluso en inmuebles históricos o protegidos.
