Montar una jaima en el recibidor del instituto para lanzar un mensaje claro de apoyo al pueblo saharaui y reducir los plásticos en el aula a cambio de «superpoderes» como subir nota. Esos son algunos de los proyectos que tanto el instituto Sixto Marco como el Victoria Kent han desarrollado este curso por separado pero con una finalidad común: mejorar el mundo con acciones solidarias y sostenibles.
Si bien, alumnos de la ESO de ambos centros expusieron en el Sixto Marco las conclusiones de los proyectos que han desarrollado a través del programa BrigadaPromODS que trata de fomentar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En la iniciativa, enmarcada en la Agenda 2030 y promovida por la fundación Agua de Coco con apoyo del Ayuntamiento, han participado también otros centros de la comarca como el CEIP Párroco Francisco Mas de Crevillent, el CEIP Jaume I y el IES Cayetano Sempere.
Los alumnos del Sixto Marco presentaron en un vídeo su investigación para romper con las desigualdades. Por ello divulgaron el papel de la mujer desde la antigua Grecia «cuando se trataba de sociedades machistas y ellas no tenían poder de decisión», apuntaba una alumna.
De igual forma, expusieron los logros de la mujer en el deporte y las grandes contribuciones que han hecho a la Ciencia y a otras ramas. Por otra parte los alumnos tuvieron la oportunidad de recrear con maquetas y en dibujos de papel cómo son los jaimas (tiendas de campaña) que se utilizan en el desierto para tratar de contrarrestar las altas temperaturas.
Todo ello acompañado de una campaña de recogida de alimentos para el pueblo saharaui. De igual forma, esta misma semana los alumnos participaron en una carrera solidaria con esta misma finalidad y recibieron unas charlas para conocer la situación en la que se encuentra la población que vive en los campamentos de refugiados, ya que una de las patas de este programa es idear formar para reducir la pobreza.
Salud Ferrández, una de las profesoras del centro que han coordinado este programa, resalta que la iniciativa ha hecho que haya una alta participación del alumnado incluso de otros niveles.
Alumnas del IES Victoria Kent, por su parte, explicaron la campaña de sensibilización «Mar sense plàstic» que han ideado para evitar la contaminación en el mar a causa de acumulación de plásticos de un solo uso. Para ello han planteado que los alumnos acudan al centro con bolsas de tela reutilizables y alternativas para que la comida del almuerzo no vaya envuelta en papel de aluminio, y que no se utilicen botellas de plástico, por ejemplo.
Para incentivar estas medidas han ideado una tabla de «superpoderes» y un talonario con puntos. Si los alumnos realizan acciones que contribuyan a la reducción de estos residuos pueden canjear los sellos obtenidos por ciertos beneficios, como subir un 0,5 la nota en alguna asignatura o disfrutar de la recién inaugurada aula de la naturaleza en la hora del patio. «Si se acostumbran en el centro a esa reducción de residuos se va a transmitir en casa», señalaba Marina López, profesora de Biología del IES Victoria Kent, que entendía que todo el conocimiento que se extraiga en clase después puede tener un impacto positivo en el entorno de los alumnos.
Fran Ferrández, director del centro, coincide en que este tipo de iniciativas nutren a toda la comunidad educativa y sirven para que se visibilicen los retos de la Agenda 2030.
Valerie Delinois, responsable de educación al desarrollo de este programa de Agua de Coco señalaba que lo importante es «no dejar a nadie atrás» por lo que entiende que un trabajo en red con todos los centros de la ciudad podría ser beneficioso para sumar objetivos.
La cercanía entre ambos centros (apenas les separan 800 metros) propicia que ambas comunidades educativas vayan muy de la mano para fomentar los hábitos saludables y la protección del medio ambiente, ya que incluso recuerdan que en 2019 organizaron una salida para limpiar de plásticos las playas de Elche, iniciativa que esperan repetir ahora que la pandemia da una tregua.
