PSOE y Compromís han dado luz verde este viernes a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que tenían pendiente para consolidar el mercado provisional en la ladera y para proteger el antiguo edificio de abastos con tal de convertirlo en un mercado gastronómico. El ejecutivo local ha reanudado las recalificaciones para poder dejar atada en la recta final del mandato la solución para un enquistado conflicto, mientras que toda la oposición ha cerrado filas y ha mostrado justo hoy su rechazo a que los placeros se queden permanentemente en la avenida de la Comunitat Valenciana a costa de eliminar una zona verde, una ubicación que los actuales responsables municipales rechazaron durante el gobierno del PP, lo que la oposición le sigue recriminando. Ciudadanos, Vox y el edil no adscrito han asegurado que respaldarán una moción del PP para pedir al ejecutivo local que paralice la consolidación del provisional y para "consensuar" con los placeros y sus representantes una ubicación para el futuro mercado central.

La junta de gobierno ha aprobado las modificaciones urbanísticas, esta vez por separado y sin meter en el mismo paquete el cambio de suelo para favorecer un hotel en el convento de Las Clarisas. Lo ha hecho como paso previo a que en el pleno de finales de mes aprueben este trámite para abrir después un plazo de 45 días de exposición pública, como condición necesaria para que vuelva a pleno para su aprobación provisional y para que después el Ayuntamiento lo eleve a la Conselleria para su aprobación definitiva. Todo un proceso burocrático que incluirá la petición de informes a la Confederación Hidrográfica del Júcar, que es la administración que tiene la competencia sobre el margen del río donde está previsto el mercado definitivo, y la resolución de las alegaciones que lleguen.

En esta ocasión, PSOE y Compromís cuentan con la mayoría absoluta necesaria para poder sacar adelante su plan para los mercados y no como ocurrió con la modificación urbanística de las Clarisas que se vio truncada al quedarse los socialistas sin apoyos suficientes para impulsar un alojamiento gestionado por una empresa privada. Sin embargo, consciente de ello, la oposición ha querido meter presión al equipo de gobierno antes del pleno y escenificar su unidad respecto a uno de los asuntos de la ciudad que más vueltas está dando desde hace ya más de una década.

El presidente del PP, Pablo Ruz, que ya prometió hace unos meses, en el pistoletazo de su precampaña electoral, trasladar a los placeros a su ubicación original y dotar el mercado de un parking subterráneo aprovechando el que se construyó en el antiguo edificio de la Pescadería (en la plaza de las Flores) y que nunca se llegó a utilizar por problemas, ve "incomprensible como aquellos que denunciaban la ilegalidad del mercado provisional, aquellos que lo calificaban de aberración urbanística, aquellos que se manifestaban por puro electoralismo ahora quieren cometer un pelotazo en una zona verde y convertir el mercado provisional en un mercado definitivo". El líder popular ha advertido que para la construcción, la Confederación Hidrográfica del Júcar otorgó el permiso al Ayuntamiento de Elche para instalar el mercado provisional, que su formación decidió habilitar, mientras se construía el definitivo, "condicionado a su temporalidad, ya que emitió su informe favorable porque la previsión era demoler el mercado provisional y restituir la parcela a su estado original”.

La portavoz de Ciudadanos, Eva Crisol, ha señalado que las modificaciones urbanísticas que plantea el ejecutivo no son adecuadas y ha asegurado que los placeros "nos han trasladado que quieren una estabilidad y que en el mercado provisional en estos momentos y dadas las circunstancias de la zona no van a tenerla. Nos piden unas instalaciones que tengan seguridad y les da igual si es donde están ahora o en otro sitio". La representante de la formación naranja ha justificado que el provisional se autorizara "en un periodo de cinco años", pero ha dicho que ese es "el carácter que tiene, hay que trabajar para que se ubiquen en el lugar más adecuado".

Vox, de la mano de su portavoz Aurora Rodil, ha tachado de "inaceptable" y de "poco estético" la intención municipal de consolidar el mercado en una zona verde como es la ladera, lo que, además, "tiene en pie de guerra a los vecinos de la zona", y "va en contra del medio ambiente", ha advertido. También ha aventurado Rodil que "cuando podamos tener responsabilidades en un gobierno ese edificio va a ser derribado, los placeros tendrán un mercado central como les corresponde y los vecinos tendrán su espacio verde y su ladera del río respetada".

El edil no adscrito, Eduardo García-Ontiveros, ha declinado realizar declaraciones al respecto, pero sí ha confirmado que respaldará la moción del PP.

Riesgo de inundabilidad

Sobre el riesgo de inundabilidad que presenta la zona de la ladera donde está el inmueble provisional y donde se quiere consolidar, la edil de Urbanismo, Ana Arabid, ha asegurado que no debe de haber problema, porque el plan autonómico permite construir si hay medidas correctoras, que es lo que se pretende hacer. Además de que si el peligro fuera máximo, "tampoco se podría haber construido el mercado provisional", respondió la concejala socialista ante las críticas de la oposición.