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Los municipios del sur de la provincia reivindican estar tan bien conectados como el norte

Los alcaldes del Baix Vinalopó y la Vega Baja exigen que se estudien alternativas para conectarlas por tren y censuran que Torró dijera que todas las comarcas costeras están enlazadas por ferrocarril

Un TRAM de la línea Benidorm-Dénia circula por un viaducto en Benissa, el tren que conecta el norte de la provincia. INFORMACIÓN

«Queremos conectar (por ferrocarril) dos comarcas (La Safor y la Marina Alta) que son las únicas de la costa que no lo están». Estas palabras de la nueva consellera de Transportes, Rebeca Torró, pronunciadas la pasada semana en las Cortes tras anunciar el proyecto de tranvía entre Dénia y Gandía, que costará 250 millones, han causado sorpresa a la par que indignación en el «sur del sur» de la Comunidad, donde la conexión ferroviaria por la costa brilla por su ausencia. Torró «descarriló» en sus declaraciones. En el mapa que se adjunta a esta información de las conexiones ferroviarias en la provincia de Alicante se ve de un simple vistazo el vacío de líneas en las poblaciones costeras de las comarcas del sur, precisamente donde se concentra una amplia población no sólo residente, también flotante, por el flujo de turistas que atraen. Sin embargo, las comunicaciones son incluso peores que en el siglo pasado, cuando existía una línea de tren que vertebraba la Vega Baja.

Mapa con las principales poblaciones conectadas por ferrocarril en la provincia de Alicante, ya sea tren convencional, AVE o TRAM INFORMACIÓN

Las palabras de la consellera han vuelto a rememorar viejos fantasmas, en realidad los que nunca se han ido. El olvido del sur de la Comunidad. «El desconocimiento de los territorios te lleva a cometer estos lapsus». Quien pronuncia esta frase, referida a Rebeca Torró, no es un alcalde del PP, sino del PSOE, el de Guardamar del Segura, José Luis Sáez, de su mismo partido. No obstante, para Sáez, «nunca hemos echado de menos el tren, porque aquí nunca lo hemos tenido». Sin embargo, vería con buenos ojos la llegada de la infraestructura ferroviaria, pero es consciente de las dificultades que tiene.

Las salinas de Santa Pola, la pinada de Guardamar y el parque natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja imposibilitan llevar el llamado Tren de la Costa al sur de la Comunidad Valenciana por el litoral. Los espacios protegidos hacen inviable paisajística y medioambientalmente ese proyecto del que se ha hablado durante años. «Está todo muy consolidado y ahora intentar introducir una línea ferroviaria por la costa parece imposible, y si no se ha conseguido hacer en las décadas de los 80 y los 90, menos ahora con más protección», señala Sáez.

El alcalde de Torrevieja, el popular Eduardo Dolón, reconoce la inviabilidad de llevar a su ciudad el ferrocarril por el litoral desde Alicante, pero sí apuesta por usar el actual trazado ferroviario por el interior y comunicarlo con la costa desde Orihuela. «Hablamos de una conexión viable y la mejor solución para vertebrar el sur de la provincia», señala Dolón. Se refiere al estudio elaborado por la Universidad de Alicante (UA), bajo la dirección del profesor Armando Ortuño, e impulsado por los consistorios oriolano y torrevejense, con el aval de la Diputación, que uniría por tren ambas ciudades y otras localidades de la Vega Baja. El proyecto se estima entre los 200 y los 270 millones de euros, aunque la inversión podría rebajarse si, como ambos comsistorios pidieron a la Conselleria de Infraestructuras, se aprovechan las futuras obras de la CV-95 para que todo vaya en una plataforma única y el trazado paralelo a esa vía.

El estudio de la UA estima, a la baja, un flujo de viajeros de 1,2 millones (la mayoría procedentes o con destino Madrid a través de la parada del AVE en Orihuela), lo que justificaría la inversión, con un transporte que no descarta que, en lugar de tren convencional, sea un tranvía, Tram o autobús electrificado en plataforma reservada. Dolón ha pedido una reunión a la nueva consellera de Obras Públicas, Rebeca Torró, para saber si la Generalitat ha estudiado ya el proyecto y se une al mismo. La UA, paralelamente, está llevando a cabo otro estudio que determine la forma en la que ese transporte entraría en Torrevieja desde Los Balcones, el tramo que quedaba por resolver y que conectaría también el hospital.

La nueva alcaldesa de Orihuela, la socialista Carolina Gracia, se ha encontrado con ese estudio en su mesa que planificó el anterior regidor, el popular Emilio Bascuñana. Sin embargo, la regidora no ha atendido a las reiteradas peticiones de este diario para dar su punto de vista, a pesar de la relevancia de este asunto para la zona costera de su municipio que, además de una alta población, recibe a miles de turistas.

Un BRT por el litoral

El alcalde de Elche, el socialista Carlos González, por su parte, critica que ese proyecto es «una línea entre Orihuela y Torrevieja que nos deja fuera al resto de municipios de la costa». Y hace otra novedosa propuesta que sí uniría a todas las localidades del litoral desde Alicante a Pilar de la Horadada «que no es sólo parcial» y tiene «visión global»: la vertebración de la costa con autobuses guiados de gran capacidad, el sistema de bus de tránsito rápido (en inglés, Bus rapid transit, BRT), también conocido como metrobús, que combina la velocidad de un tren con un menor costo económico y ambiental. «Poner un tren es insalvable, imposible que atraviese las salinas de Santa Pola», señala. «Planteo cambiar de modo de transporte y que los 15 millones de turistas que viajan a nuestro aeropuerto se puedan distribuir al norte, que esto está resuelto, y al sur, que sería con esa alternativa al transporte ferroviario», añade.

El regidor de Pilar de la Horadada, el popular José María Pérez, lamenta la falta de un plan integral que conecte todos los municipios de Alicante lo que, asegura, ha sido uno de los principales factores que ha imposibilitado el desarrollo turístico del interior hacia la costa y viceversa. «La conexión ferroviaria conduciría a revitalizar el turismo, el comercio, e incluso generaría nuevas oportunidades laborales a los pilareños», indica, aunque, resignado, reconoce que «ni está, ni se la espera».

La regidora de Santa Pola, la popular Loreto Serrano, lamenta que en su municipio sólo haya «una comunicación caótica» y espera, al menos, el desdoblamiento de la N-332. «Tenemos una comunicación tercermundista y en el triángulo que siempre se habla que forman Alicante, Elche y Santa Pola, somos los grandes olvidados», lamenta.

Años sin soluciones

En la Vega Baja nunca se ha renunciado a contar con una conexión ferroviaria para el litoral o una plataforma que mejorara las actuales arcaicas comunicaciones por carretera. En 2007, el entonces conseller de Infraestructuras, Mario Flores, anunciaba la construcción de un sistema de transporte público en plataforma reservada entre Alicante y Torrevieja, con paradas en el aeropuerto, El Altet, Santa Pola, Guardamar y Torrevieja. De hecho, se llegó a adjudicar el estudio informativo por 396.000 euros de lo que sería un trazado con autobuses guiados, similares al TRAM, pero con la posibilidad de combinar raíles con carretera por tramos. Uno de los proyectos que acabó en el limbo. También el Ministerio de Fomento inició un estudio en 2012, de nunca acabar, para recuperar el ferrocarril hasta Torrevieja, sin soluciones hasta ahora.

En 2013, el Boletín Oficial del Estado anunciaba la licitación de un estudio que determine la viabilidad de retomar esa conexión que sería el enlace de Torrevieja con la red general de ferrocarriles como antiguamente, por el recorrido del antiguo Tren de la Sal que unía a la ciudad con Albatera. Sin embargo, este estudio chocaba con el hecho de cómo salvar el Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja que el viejo trazado cruzaba y que ahora habría que salvaguardar por estar protegido. El Ayuntamiento planteó alternativas, que nunca se concretaron porque Fomento ha dado siempre largas a este proyecto. Sin embargo, en 2019 amplió el estudio que lleva 10 años rondando sobre la viabilidad de «rescatar» el tren de Torrevieja con el trazado del Ayuntamiento que proponía una estación junto a Los Montesinos, que acorta el trazado y el impacto ambiental respecto a las presentadas por Fomento, en las afueras junto a la CV-905. Precisamente, el anterior conseller de Infraestructuras, Arcadi España, anunció que estudiaría incluir en el proyecto de desdoblamiento de esa vía la plataforma ferroviaria, sin que hasta el momento se haya materializado nada de ello.

Torrevieja, con sus más de 83.000 habitantes empadronados (más muchos otros sin empadronar), es la mayor ciudad de la Comunidad Valenciana sin disponer de conexión ferroviaria: ni Cercanías, ni AVE ni tranvía. Y lo que le queda.

Antigua estación de tren en Torrevieja, hoy sala de exposiciones, y las vías que se conservan dentro de lo que hoy es un parque. TONY SEVILLA

Nostalgia del «Tren de la Sal», la línea que unía Albatera con Torrevieja


El ferrocarril vertebraba la Vega Baja y transportó viajeros hasta 1972 y mercancías hasta 1986


Unas viejas vías, hoy dentro de un parque de Torrevieja, y dos estaciones, reconvertidas actualmente, son el vestigio de que la Vega Baja estuvo vertebrada por ferrocarril. La comarca del sur de Alicante contó con una línea de tren de pasajeros y mercancías -sal-, de ahí el sobrenombre con el que se conocía «Tren de la Sal», desde finales del siglo XIX, en 1884, hasta 1972, en el caso de los itinerarios con viajeros, y hasta 1986 para las mercancías. La línea unía San Isidro, que entonces formaba parte de Albatera, con Torrevieja., en un recorrido de 27 kilómetros que unía varias localidades de la Vega Baja y que, en su día, fue muy utilizado.  

Décadas después, la estación de Torrevieja se convirtió en una zona verde municipal con la rehabilitación de varias cocheras, y el trazado a su paso por el municipio en una vía verde para ciclistas y peatones. Otra de las estaciones de madera que aún quedan en pie es la de Algorfa, reconvertida en bar. La Generalitat trabaja actualmente en un proyecto de 3 millones de euros para recuperar su trazado... pero como carril cicloturista. Una vía verde, que recibirá su nombre, de 32,8 kilómetros que vertebrará la comarca, pero en bicicleta, atravesando nueve municipios: Torrevieja, Los Montesinos, Rojales, Almoradí, Catral, Dolores, Daya Nueva, San Isidro y Algorfa. Los más nostálgicos echan mucho de menos el tan reconocible sonido de los trenes cuando atravesaban la Vega Baja y esperan poder volver a escucharlo algún día.

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