La Policía Local de Elche detuvo días atrás a un hombre de 49 años por forzar un vehículo nada menos que frente a la propia Comisaria de Policía Nacional, todo esto pocos minutos después de ser identificado en dichas dependencias por un intento de hurto. Los hechos se sucedieron un lunes por la noche, sobre las 23:30 horas. Sobre esa hora un vecino de la avenida de la Unesco de Elche telefoneó al 092 alertando de que una persona estaba, al parecer, manipulando la cerradura de la puerta de un coche.

Cuando la patrulla de la Policía Local llegó al lugar no encontraron al presunto ladrón junto al vehículo, pero sí portando una rejilla metálica de un imbornal cercano. El hombre les explicó entonces a los agentes que se encontraba “buscando hierro”.

Los agentes no encontraron signos de daños en el coche, aunque sí marcas de manos por, presumiblemente, haber tratado de bajar la ventanilla desde el exterior. 

Así las cosas, y no portar documentación alguna, el hombre fue trasladado a la Comisaría de la Policía Nacional de Elche al objeto de ser identificado por un presunto intento de hurto de la citada rejilla. Una vez iniciados los trámites el hombre pudo abandonar las instalaciones policiales minutos después.

No obstante, mientras se daba inicio al papeleo, los agentes locales pudieron observar desde la misma oficina de denuncias cómo el mismo hombre se encontraba en el interior de otro turismo, estacionado muy cerca de la Comisaría, por lo que los policías salieron a su encuentro y comprobaron que, esta vez sí, la puerta de este otro coche se encontraba forzada. Por todo ello, fue detenido inmediatamente.

En abril de 2019 un agente de la Comisaría de Policía Nacional procedió a la detención de un varón de 40 años tras sorprenderle forzando la cabina para hacer fotos que se encontraba frente a las instalaciones policiales. Tras su detención se comprobó que al varón le constaba en vigor una reclamación judicial por un procedimiento del año 2014. Por este hecho, el detenido fue puesto a disposición del juzgado, que decretó su puesta en libertad con cargos a la espera de juicio.

El agente que llevó a cabo la detención se encontraba fuera de servicio y se dirigía a realizar unas gestiones personales cuando vio al arrestado caminando por la calle en "actitud esquiva y vigilante". En un momento dado observó que al pasar por el fotomatón, el detenido se detenía en seco y accedía en su interior

Sospechando que lo último que quería era fotografiarse, el agente aguardó en las proximidades observando sigilosamente sus movimientos, hasta que empezó a escuchar ruidos que venían desde el interior del fotomatón. En ese preciso momento decidió intervenir sorprendiendo al arrestado forzando el cajetín de las monedas del fotomatón con un objeto punzante.