La aparición de agujeros en las pistas de petanca del grupo Porfirio Pascual que han obligado a un estudio geotécnico, en el barrio de Carrús en Elche, han sacado a la luz la inestabilidad de una parte de la ladera, según ha explicado en una comparecencia el portavoz del equipo de gobierno, Héctor Díez, quien no se ha atrevido a dar fechas para dar una solución pero que pasan por el inyectado de hormigón a través de una especie de mallado que le dé consistencia, lo que se conoce como un encepado pilotes, ha dicho. Todo el problema subyace en cómo se construyó en la década de los 50 y 60 toda esa parte del barrio de Carrús Este y cómo sobre los materiales de construcción que se desechaban se siguió creando la actual ladera sin que existiera compactación alguna.
El trabajo realizado por una empresa, que ha estudiado cinco áreas distintas, desde el desnivel de 4 metros que presenta en la parte más próxima al puente del Ferrocarril hasta los 14 metros de cota en las inmediaciones del colegio Ausiàs March, que está cerrado y tendrá que ser demolido, ha sacado a la luz que buena parte de la ladera es el resultado de un relleno de mala calidad con materiales procedentes de obra, que incluso soterraron una antigua escuela (similar a la que hay junto al Pont de Canalejas que dan cabida en la actualidad a la Fundación Salud Infantil) o un gran número de cuevas. Todo ello, unido a las filtraciones del agua, obligará a una actuación municipal en uno de los tramos porque es evidente que el problema va a más. El Ayuntamiento ya ha mantenido una reunión con los vecinos para explicarles tanto la situación como las soluciones que se plantean.
El concejal ha dicho en su comparecencia que el tramo del grupo de Porfirio Pascual hasta la calle Gregorio Torregrosa no presenta daños achacables a este problema del subsuelo. Que las deficiencias que presenta se deben a la antigüedad de las aceras, que se han ideo deteriorando. En el tramo 2, desde Gregorio Torregrosa hasta la calle Francisco Miller, se ha descubierto una fisura longitudinal de cuatro meses de relleno y 7 de profundidad que se ha creado porque separa el relleno de una antigua escuela municipal que está soterrada. En este tramo se ha aconsejado la retirada del material de relleno sobre la antigua instalación educativa y su sustitución por otro de calidad, procediendo a la compactación. El edil no ha mostrado excesiva preocupación porque es más visual la grieta que la sensación de que se pueda deslizar.
Preocupación
El tramo que sí es preocupante es el que va desde la calle Francisco Miller hasta las pistas de petanca, donde los desperfectos en forma de huecos que aparecieron obligaron incluso a su cierre. En esta zona, dijo el concejal, se ha descubierto a través de los informes geológicos que existía una antigua vaguada, que fue rellenada con materiales de derribo, en la que se han localizado casas cueva enterradas. Si a eso se suma la existencia de agua por filtraciones y que no existe ningún tipo de compactación del terreno, se entiende que es la zona donde hay que actuar para rellenar los miles de toneladas del subsuelo con ese encepado pilotes al que se refirió y crear, posteriormente, en la parte de la ladera, un muro de escollera. Aquí es dónde se tendrá que realizar, en parte, una actuación similar a la de la calle Mohamed-Al-Zafra, junto a las instalaciones que tiene el CEU San Pablo en el barrio de San José, para consolidar la ladera.
La zona desde la pista de petanca hasta el aparcamiento junto al colegio Ausiàs March no presenta tampoco desperfectos que precisen de actuaciones. Por último, queda el colegio público donde el relleno de mala calidad, unido a su falta de compactación, ha provocado que el centro educativo termine por cerrar, los alumnos desplazados al colegio Casablanca y sin solución de regresar a estas instalaciones que, tarde o temprano, tendrán que ser demolidas, explicó el concejal. Ahora bien, esta es una actuación que compete a la Conselleria de Educación.
Díez añadió que ahora están en manos de los técnicos y, a preguntas de los periodistas, descartó que la situación de la ladera guarde relación con la del Pont del Bimil.lenari, donde hace pocos días se anunció una actuación millonaria para saber el origen de los socavones que periódicamente aparecen sobre la rotonda que cubre la pila de miles de toneladas que soporta las tensiones de la infraestructura. Ahora bien, el concejal sí dijo que la solución al viaducto también sería muy similar a la que se va a acometer en la ladera para resolver este nuevo problema.
El trabajo que se ha realizado a lo largo de toda la ladera ha incluido una excavación de 136 metros de profundidad repartida a lo largo de catorces sondeos, de los cuales 11 han sido mecánicos.
