El 4 de agosto de 1897 la Dama de Elche salió a los ojos del mundo como una de las muestras más fascinantes y conocidas del arte ibero universal. Pocas piezas arqueológicas han despertado el interés de los expertos en todo el mundo y despertado la curiosidad y la fantasía del público como ella.

En conmemoración a esta efemérides, INFORMACIÓN organiza “Elche de la Dama”, una exposición en la que 24 paneles ilustrativos relatan una historia que comenzó mucho antes, concretamente hace 2400 años. La muestra comienza entre el siglo V y IV a. C., donde se hace referencia al “otro misterio de Elche”, ya que se desconoce prácticamente todo sobre ella, ni si quiera si era una diosa ibera o una mujer real. Según se avanza en la historia, el público se adentra en el terreno de la leyenda, en el siglo III a. C. con “La ilicitana superviviente”.

El historiador y creativo de Grupo Antón Comunicación, Luis Maestre Moreno es el artífice de esta laboriosa exposición, que se puede visitar del 29 de julio al 11 de agosto en la Glorieta de Elche. Una compleja recopilación de datos, manejo de fuentes documentales y gráficas que ha contado con Alejandro Ramos como asesor histórico, quien comprobó los textos e hizo las correcciones pertinentes. Sin olvidar a su padre, Rafael Ramos, recientemente fallecido y al que Luis Maestre considera como “el mejor caballero que esta Dama ha tenido”.

El título de la exposición, “Elche de la Dama”, proviene del cuento con el que precisamente comienza la muestra, y a partir de ahí se ha creado “una historia que llega hasta nuestros días con la segunda venida de la Dama a Elche en 2006. Nos hemos remontado a más de 2400 años, y es que el 4 de agosto de 1897 se encontró la Dama, pero ese día lo que ocurre en realidad es que ella vuelve a ver la luz de su tierra, porque la historia de esta pieza empezó hace 2400 años”, explica

Maestre, que ha elaborado todos los textos y el guión histórico. Asegura, además, que “hemos querido ser siempre muy escrupulosos con la realidad o con lo que no sabemos”.

Durante el paseo expositivo, el público puede contemplar 12 o 13 panales de contenido en los que se narra, con un lenguaje ameno que invita a la lectura, toda la historia que “se intuye sobre la Dama”, tal y como explica su creador, y en medio de cada panel se han incluido imágenes, como por ejemplo de las fiestas de Elche de 1925, la imagen de la exposición de Barcelona de 1929, el congreso de Química de 1934 o la imagen de la revista Hispania de 1935.