Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un Palmeral de Elche cautivo y desarmado

El Consell protege desde 1995 las masas forestales de fuegos y lanzamiento de cohetes sin autorización previa, pero el patrimonio verde ilicitano, que hasta tiene su ley, no tiene esta consideración ni ante las mascletás

Labores de escarmonda en el Palmeral de Elche, en una imagen de archivo. | MATÍAS SEGARRA

Pensar que muchas veces las leyes que aprobamos no nos protegen de nosotros o que el enemigo, en realidad, está en casa, son dos posibilidades a las cuales se tiene que enfrentar, también, el Palmeral de Elche. Un Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco que se ha blindado, incluso, con una nueva ley que debiera darle un grado de protección mayor que.... Bueno, esa es una buena pregunta porque está indefenso, por ejemplo, ante los fuegos artificiales. Sí, los protagonistas de las Fiestas de Agosto, al punto de que el Ayuntamiento anunció hace una semana que este año habría a su alrededor más «mascletás» que nunca, pues se ampliaba el número y que, incluso, pretendía poner en marcha, en años venideros un concurso de primer orden, multiplicando los kilos de pólvora para atraer turistas. El alcalde, Carlos González, dijo aquel día que el nuevo emplazamiento, tras solicitar autorización a las autoridades ferroviarias, pues el túnel pasa por ahí, cumplía con todos los requisitos, y no debe faltarle razón.

Los bomberos, en una mascletá en Traspalacio, con el Hort del Xocolater, al fondo. | ANTONIO AMORÓS

Todo ello pasa por desarrollar las mascletás en un nuevo enclave, en la avenida del Alcalde Vicente Quiles, frente al Paseo de la Estación y el Parque Municipal, sustituyendo a Traspalacio, también colindante por el sur con el citado parque. Ahora bien, si este espacio fuese un suelo forestal sería imposible realizarla sin una autorización expresa y a menos de 500 metros porque así lo prohíbe taxativamente la Generalitat. ¿No es un suelo forestal el Palmeral de Elche? Es decir, no es «una superficie cubierta de especies arbóreas, arbustivas, de matorral o herbáceas, de origen natural o procedente de siembra o plantación, que cumplan o puedan cumplir funciones ecológicas, de protección, de producción, de paisaje o recreativas», que es como se define. Pues no, debe ser otra cosa, evidentemente más protegida como bien único que lo es al punto de que se dictó una ley que ni siquiera entra a mencionar como prohibición o multa las palabras: pirotecnia o quemas porque, se entiende, debe estar muy por encima de estas vaguedades.

«Las plantaciones de palmeras de Elche -dice la ley-, forma de cultivo secular de esta especie tan característica del Mediterráneo, son testimonio de un aspecto singular de la historia económica y social del pueblo valenciano. Puede además postularse para ellas un origen anterior al de la actual estructura de plantación y que podría remontarse hasta la Antigüedad. Todo ello contribuye a resaltar el valor de esta masa arbórea, el Palmeral de Elche, que resulta altamente evocadora para muchos de sus contempladores (...). Su carácter singular se advierte aún más en su especificidad como elemento del patrimonio cultural valenciano: Objetivo viviente, en constante evolución y desarrollo, que nace, crece, es fecundado artificiosamente, podado y mantenido mediante artes tradicionales y que, en fin, envejece y muere; características que configuran este conjunto arbóreo como objeto cuya protección legal debe seguir pautas distintas de las promulgadas para la protección de objetos de carácter monumental de otro orden. Esta misma singularidad y la preocupación constante por su conservación se reflejan en la pluralidad y diversidad de disposiciones legales de que ha sido objeto a partir del momento en que comenzó a verse amenazada por procesos de transformación social y económica», dice la ley en su preámbulo.

La Generalitat excluye en el mapa de suelos forestales el más importante que tiene Elche que es, precisamente, el de su Palmeral. Circunvala toda la ciudad para sombrearla como suelo forestal e impedir con ello realizar fuegos. Una administración que, incluso, actúa de oficio cuando descubre que una finca agrícola ha caído en desuso para declarar tras el preceptivo expediente que ese terreno pasa a ser forestal, lo que impide, al resto de vecinos, realizar sus quemas a menos de 500 metros.

Muchos ayuntamientos de la provincia con suelo forestal, solicitan de la Generalitat una autorización para compaginar fiestas y terrenos forestales. De hecho, existe una lista con todos ellos en la cual no aparece Elche. Es decir, el Ayuntamiento nunca lo ha pedido porque esa norma lo que pretende proteger es los suelos forestales de un incendio y el palmeral no lo es y, aunque pudiera solicitarlo para evitar cualquier duda o interpretación, nunca se ha solicitado.

El diario ha preguntado a la Universidad Miguel Hernández, a la propia Conselleria de Agricultura o a colectivos como Volem Palmerar sobre esta curiosa cuestión. ¿Está el hiperprotegido Palmeral de Elche, patrimonio de la Humanidad, indefenso ante los fuegos artificiales? Nadie ha sabido dar una respuesta, aclarar qué es realmente este bosque de palmeras para la Unesco y si la ley que hace menos de un año se aprobó y de la que algunos interlocutores ya comienzan a dudar de su eficacia, por el retraso en la puesta en marcha de los órganos que le son propios, servirá realmente de algo.

Ciertamente, el Palmeral es historia de Elche, pero también la Nit de l’Albà y, ahora, las «mascletás» y las carretillas, todos ellos conviven como patrimonios sin que las exigentes leyes protectoras digan si son o no compatibles.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats