"Lo que Melendi unió que no lo separe nadie. Empecé a seguir su música cuando iba con rastas. Luego me quedé embarazada, tuve una nena y cuando mi hija nació estuve una temporada sin venir a los conciertos, y lo retomé".
Blanca S.G, crevillentina, lleva 20 años siguiendo la trayectoria del cantante asturiano y desde el pasado lunes, aprovechando que está de vacaciones, está acampada en el parking de la Universidad Miguel Hernández para coger sitio y ser de las primeras que disfruten del artista.
La ola de calor y el sol penetrante no son factores que a esta joven le impidan estar ahí, ya que para eso trae de casa la sombrilla, nevera con bebidas frescas y protección solar de 50. Al igual, ella y un grupo de amigas se van turnando para guardar el sitio día y noche, ya que incluso se han llevado la tienda de campaña.
Melendi abrirá la programación de conciertos en la barraca municipal a partir de mañana, 6 de agosto, con motivo de las Fiestas de Agosto de Elche Por el momento ya se han vendido más de 4.000 entradas para disfrutar de su nuevo álbum "Likes y Cicatrices". Se espera que durante este sábado empiecen a formarse largas colas para acceder al recinto.
Al menos hasta esta mañana estaba todo muy tranquilo, había operarios trabajando para acondicionar el escenario pero poco ambiente. Junto al panel que promociona la universidad, y a escasos metros de la parada del bus, desde hace días hay un grupo de fans incondicionales muy reducido que llevan mucho tiempo esperando la llegada del cantante. "¿En serio estáis aquí por lo de Melendi?, me encanta", resaltaba una deportista ayer mientras pasaba por la avenida de la Libertad y se topó con este grupo.
Es literal que a primera hora de la mañana sólo eran cuatro personas esperando, pero tal y como cuentan, cada una de ellas representa a un grupo superior, que puede rondar la docena de personas, y se organizan para turnarse.
Al hilo, aseguran que el resto de público suele respetar a quiénes vienen con tanta antelación, aunque cuando se acerca el momento del concierto crecen los momentos de tensión por acceder al sitio deseado.
"Somos de grupos diferentes, nos organizamos para hacer turnos, las que hacen la noche se relevan por los del día. Al final te conoces haciendo cola en los últimos años", resalta Marta Moreno, una joven de 21 años de Murcia que hoy a las 8 de la mañana ha empezado su espera.
Elena García, de 24 años y de Ceutí, también en Murcia, relata que es mucho tiempo el que pasan esperando y tratan de matar el tiempo contando anécdotas de otros conciertos, ya que, por lo general, quiénes hacen este ritual de acampar días antes suelen recorrer prácticamente toda la geografía siguiendo al artista. Explican que incluso hay compañeros que tocan la guitarra por las noches para amenizar las veladas. "Puede parecer una locura pero es una gran experiencia".
Explica que desde 2006 acude a sus conciertos desde que quedó encandilada con apenas ocho años cuando sus padres se la llevaron a una de sus actuaciones.
