Lo que se dice en un pregón no es lo importante. Lo importante es el sentimiento con el que se dice o cómo se canta, como ha hecho esta noche la pregonera de las Fiestas de Elche 2022, Blanca Paloma, quien ha incluido en su glosa una copla. Si a eso unimos que los festeros llevaban tres años, desde 2019, esperando ver a alguien salir al balcón del Ayuntamiento y encender la traca, todo esta dicho. También lo demuestra el hecho de que el público gritara al final del acto en varias ocasiones un: «¡Elche, Elche!», como si estuviera en un partido del Martínez Valero. Hay ganas de fiesta. La pregonera fue anoche una caja de sorpresas -como lo fue su designación- al elegir unas palabras cercanas, recurriendo a muchos de los símbolos del ilicitanismo, que dedicó a los cientos y cientos de personas, en su mayoría festeros, que abarrotaban la Plaça Baix, pero también a los que se fueron por el covid, y con un mensaje que todo el mundo quiere que se repita estos días hasta la saciedad: tolerancia.

La Reina de las Fiestas, la pregonera, la concejala y el alcalde, observando el espectáculo de luz sobre la fachada del Ayuntamiento de Elche Antonio Amorós

«Elche tiene ganas de fiesta. ¿tenéis ganas de fiesta?» , fue una de las frases que se escucharon. Desde el calzado hasta la Dama, desde las palmeras hasta el Misteri, desde los Pobladores hasta Moros y Cristianos, no se olvidó de nada ni de nadie. Fue un acto de largo preámbulo pues a las 20.30 había concentración y pasacalles de la Gestora de Festejos Populares. Y lo mismo pasó con los Moros y Cristianos, que a las 21 horas se concentraba en su sede festera coincidiendo con el encendido de luces más polémico que se recuerda. Sobre su calidad se escucharon opiniones para todos los gustos en un año donde la gestión de la concejala de Fiestas, Mariola Galiana, ha quedado en entredicho.

La iluminación de Fiestas de Elche que se ha estrenado esta noche del viernes

Todos los festeros, como en una «manifestación», terminaron confluyendo en la Plaça de Baix, en el primer gran acto que acoge desde su remodelación. En la Casa Consistorial, se procedía a la recepción de la pregonera. Blanca Paloma, con el pelo recogido y vestida muy elegante, de negro, por el joven diseñador ilicitano Yvan Andreu, recibió un regalo institucional en presencia de los portavoces y miembros del equipo de gobierno.

Blanca Paloma cantando en el pregón de las Fiestas de Elche

Blanca Paloma cantando en el pregón de las Fiestas de Elche

Los estandartes de las comparsas de la Asociación de Moros y Cristianos, de la Gestora, de la Unió de Festers, de los Pobladores, del Centro Aragonés y de la Comunidad Andaluza fueron engalanando la Plaça Baix al punto de que se mascaba la emoción ante un acto que, tal y como después confesaría la pregonera, le produjo más nervios que su actuación en el Benidorm Fest. Maje Amorós, la presentadora, dio paso al acto con puntualidad, a las 22 horas y el alcalde entregó la batuta al director invitado, Fernando Penalva, para la tradicional interpretación del Aromas ilicitanos que sirvió como preámbulo, a cargo de la Coral Ilicitana y de la Banda Sinfónica Ciudad de Elche.

La espectacular imagen de la Plaça Baix durante el pregón de Blanca Paloma Antonio Amorós

La emoción subió de tono cuando, al término de la habanera más entrañable para los ilicitanos, desde los dos balcones y entre el griterío del público, salieron los cargos de fiestas: el régulo de Hélike, los capitanes Moro y Cristiano, el abanderado, las damas, las reinas, los portavoces, la edil de Fiestas, el alcalde... ,y cómo no, la pregonera.

«Me tiemblan las piernas»

«Me tiemblan las piernas, pero no la voz», dijo en su arranque. En todo momento fue muy fiel a quién es y de dónde viene. «Soy una persona, como todos vosotros, con ambiciones y deseos (...) y, aunque uno siempre sigue aprendiendo, me llevé lo más importante: el respeto y amor a la historia que nos precede y las ganas y el coraje de mirar de frente a un futuro que nos aliente a luchar por nuestros sueños».

Con referencias a su difícil profesión: «cantar es el idioma universal con el que me siento más libre», recordó los dos años de pandemia y la labor de los sanitarios; de hecho, dedicó el pregón «a todos los que ya no están». De este modo, fue enlazando, con el «olor balsámico de la pólvora», con la «caricia nostálgica de la banda de música de nuestros antepasados», con el «ágora de pobladores y las fiestas de Moros y Cristianos», con la «luz esperanzadora de la gran palmera de la Nit de l’Albà» con la «virgen morena, patrona de nuestra ciudad». Y dijo entonces una frase que lo resumió todo: «Cuando las palabras no alcanzan solo nos queda cantar y bailar, comer y brindar por los tiempos mejores que aún están por llegar». En varios momentos de su pregón fue interrumpida por los aplausos. Hizo referencias a la crisis económica y recordó que «pertenecemos a una ciudad próspera. Es renombrada en España la calidad de nuestro calzado y en el extranjero lo saben también. Pero no nos olvidemos de nuestros tesoros naturales. En el Campo de Elche se cultivan granadas, higos, cítricos, almendras, dátiles.... pero lo que pasa en Elche con las palmeras es algo único» y destacó el paisaje que nos configura como Patrimonio de la Humanidad: la palma blanca del Domingo de Ramos, la Palmera Imperial o a los fuegos que la dibujan en el cielo durante la Nit de l’Albà». Blanca Paloma tuvo palabras para la Dama y se preguntó si «¿conseguiremos por fin que vuelva a visitarnos?».

Pero sobre todo tuvo palabras para un tema preocupante para todos los estamentos de la ciudad, como es «que las fiestas sean un espacio de libertad, igualdad, tolerancia e integración para todos. Una oportunidad transformadora en la que reivindiquemos con exaltación nuestra existencia sin importar las diferencia y nos hermanemos como nunca en las calles, terrazas y barracas. ¡Todos merecemos tener la fiesta en paz!». Se acordó de ilicitanos como «El mestre Canaletes», labrador y maestro ambulante; Gloria Miñana y María Sanchís, las primeras licenciadas en Medicina; el cosmólogo Iván Agulló, el investigador Pedro Ibarra o la olímpica Isabel Fernández. Todo ello para enlazarlo con una idea: Elche es «cuna de talento, cultura y pasión, apoyemos entre todos ese espíritu ejemplar».

«Nuestras fiestas son música, pólvora, baile, amistad y diversión. Las fiestas son convivencia, reencuentros, alegría y felicidad. Vivamos estos días intensamente, con pasión".

Y, para tocar la fibra de los ilicitanos se acordó de otro patrimonio: del Elche Club de Fútbol, que este año celebra su Centenario. Y, como una cantante no puede acabar de otra forma, invitó a los ciudadanos a cantar con ella: «que las llamas llegan al cielo, el fuego ya está encendido, que las llamas lleguen al cielo...».

Ram d’Or

El alcalde despidió el acto con unas breves palabras en las que recordó lo maravilloso que era volver a ver llena la Plaça Baix. «Hem tingut una pregonera excepcional. És el pregó d’una il.licitana de l’Altet, que ama la seua ciutat, les seus festes i la seua gent». Blanca Paloma pasa a ser Ram d’Or de Elche, reconocimiento que le entregó el regidor, quien acabó su discurso con estas palabras: «Nuestras fiestas son música, pólvora, baile, amistad y diversión. Las fiestas son convivencia, reencuentros, alegría y felicidad. Vivamos estos días intensamente, con pasión. Que haya tanta diversión como respeto, que haya tanto jolgorio como responsabilidad».