La revista anual Festa d’Elig, actual Festa d’Elx, cumple 80 años de historia desde su primera publicación en 1942. A pesar de no haberse editado todos los años, esta publicación es una de las pocas que ha logrado consolidarse en el panorama local e internacional, sobre todo para investigadores, después de haber superado todas las limitaciones técnicas y económicas a las que se ha enfrentado en todos estos años. Un esfuerzo que ha hecho que la Festa d’Elx esté considerada como un punto de referencia obligatorio a la hora de analizar la historia contemporánea de la ciudad de Elche y los cambios humanos, sociales, políticos, culturales o económicos experimentados en el municipio.

La Junta Nacional Restauradora del Misterio de Elche y de sus Templos, organismo que precedió al actual Patronato del Misterio de Elche, fue el organismo que impulsó esta publicación con el objetivo de recoger las opiniones sobre el drama sacro ilicitano a través de la colaboración de firmas destacadas y la divulgación de los valores del drama. De este modo, además, los responsables querían también incentivar la investigación relacionada con este drama sacro-lírico.

La apuesta por la publicación de una revista de estas características tiene lugar en un contexto en el que el Misteri comienza a ser valorado y empieza a captar el interés investigador. El periodo comprendido entre los años 1869 y 1936 son especialmente activos en este campo. En él se supera el tiempo de decadencia que sufría desde el segundo tercio del siglo XIX y entra, poco a poco, en una época en la que sus valores artísticos comienzan a ser reconocidos.

Por ello y tras el lanzamiento de otras revistas locales relacionadas con las fiestas de la ciudad, la Junta Restauradora decide la publicación del primer número en 1942 para exaltar los valores, fundamentalmente los religiosos, de la representación ilicitana. El número, dirigido por el cronista honorífico de la ciudad Juan Orts Román, contró en su contenido con el programa de fiestas y artículos de autores foráneos, muchos de ellos miembros de la Comisión nacional de la Junta Restauradora, como Francisco Serrano Anguita, Conrado del Campo, Federico García Sanchis, Maximiliano Thous, Elias Tormo, Marqués de Lozoya, Eugenio d'Ors, etc. En cuanto a autores locales, sólo figuran Antonio Macià Serrano y el propio Juan Orts. También se presentan diversas reproducciones de textos relacionados con Elche o con la Asunción de la Nuestra Señora, de Azorín, Gabriel Miró o de Álvarez.

Entre 1944 y 1950, según recuerda Joan Castaño, la línea de la publicación fue similar a los primeros números a pesar de la distancia que se produjo entre Eugenio d’Ors y el director de los primeros números, cuyo puesto ocupó, al principio de manera interina, el periodista ilicitano Antonio Sánchez Pomares. De esta época destacan más las colaboraciones de autores foráneos y, al final de la misma, hay una inclusión cada vez más frecuente de ilustraciones en color.

A partir de 1950 se produce un aumento en el número de colaboradores locales y con ello un cambio en el tipo de texto. Si en los años anteriores la mayor parte de las colaboraciones hacían referencia a las percepciones personales de los invitados a La Festa, algo que seguirá manteniéndose, ahora empiezan a tener cabida artículos sobre aspectos específicos de la representación.

La reproducción del texto de la consueta de 1625 y la publicación de artículos de investigación por parte de autores como Juan Gómez Brufal, Alejandro Ramos Folqués, Antonio Maciá Serrano y José Pomares Perlasia son ejemplos de cómo los estudiosos locales empiezan a enriquecer el contenido de la revista con con documentación de primera mano.

Joan Castaño pone en valor la publicación en 1953 de dos documentos de gran importancia, hallados en el archivo de la iglesia de Santa María, y relacionados con la historia del Misterio. «Por un lado, el documento a través del cual se confirma la autoría de la puerta Mayor de Santa María por el escultor Nicolás de Bussy y, por otra, el contrato de Lluís Vich como maestro de capilla de Santa María». Es reseñable que en 1951 se produce la transformación de la Junta Nacional Restauradora en el Patronato Nacional del Misterio de Elche con el patrocinio del Excelentísimo Ayuntamiento de Elche.

Una buena imagen para el turismo

El periodo comprendido entre 1954-1957 la revista sufre una serie de cambios dirigidos a mejorar la impresión y aumentar el número de páginas de la publicación, dando un aspecto formal a una revista que cada vez tenía más repercusión. La incidencia en mejorar la imagen también tenía que ver, apunta Castaño, al interés por ofrecer una buena imagen de la ciudad de cara al turismo que se intenta captar. «Los artículos que hacen referencia a aspectos turísticos de la población crecen y, por ejemplo, en 1956 se publicaron algunos trabajos de la revista en inglés, francés y alemán, y en 1957 se redactó un calendario y unas rutas turísticas de Elche», señala en su artículo Festa D'elig/Elx: Una Publicació Emblemàtica.

Durante los siguientes años la revista incorpora a sus páginas, que aumentan en número por la publicidad, las nuevas corrientes estéticas de la época al publicar trabajos relativos a la revisión escénica y literaria que se llevaba a cabo en estos años. A partir de 1967 se produce un cambio importante al no haber publicidad y quedar sufragada la publicación de La Festa d’Elx a la Delegación de Fiestas y Turismo del Ayuntamiento de Elche, volviendo a disminuir el número de páginas publicadas por la revista. Entre 1967 y 1971 destacan más las imágenes que los textos, lo que en opinión de Joan Castaño fue «una clara decadencia de la parte literaria y la revista de esta etapa se sustenta únicamente en la espectacularidad de sus ilustraciones».

A partir de 1972, volviendo a permitirse la publicidad, se intenta crear una publicación con una serie de artículos eminentemente de estudio en distintos campos relacionados con la ciudad. Los artículos relativos al Misteri no ocupan ya la mayor parte de la revista, sino que, con mayor o menor presencia simbólica, deben dejar espacio a trabajos sobre historia, economía o industria local. Se trata de un primer paso para transformar la revista «de fiestas» que era Festa d’Elx en una publicación de estudio e investigación.

El Archivo Municipal y, más concretamente, su archivero y bibliotecario Rafael Navarro se hizo cargo de la publicación en 1978, propiciando la transformación definitiva de la revista en una publicación más rigurosa en cuanto a las investigaciones. Sin embargo, los artículos suelen estar especializados en campos concretos, como la historia del arte o la archivística, dejando un poco de lado las relacionadas con el propio Misteri.

Entre 1985 y 1987, la investigación sobre la Festa , y, en general, sobre el teatro medieval europeo, se encontraba inmersa dentro de un auge bibliográfico, lo que propició que los artículos sobre la historia, el texto, la escenografía o la música del Misteri ocuparan prácticamente toda la revista. Otro tanto ocurrirá el año siguiente, ya que a partir de ese momento la revista volvió a tener una periodicidad anual.

Definitivamente fue 1987 cuando volvió la revista a manos del Archivo Municipal. Dado que en estos momentos la investigación sobre la Fiesta, y, en general, sobre el teatro medieval europeo, se encontraba inmersa dentro de un auge bibliográfico ─que llegó al clímax entre los años 1985 y 1987─, los artículos sobre la historia, el texto, la escenografía o la música de la Fiesta ocupaban prácticamente toda la revista. Otro tanto ocurrirá el año siguiente, ya que a partir de ese momento la revista volvió a tener una periodicidad anual.

La creación del Consejo de Redacción

El alcalde de la ciudad nombró en 1989 al filólogo Biel Sansano coordinador de la revista, quien introdujo por primera vez en la historia de la revista un Consejo de Redacción encargado de recoger y seleccionar los textos de la revista y supervisar su edición. El primero estuvo formado por el propio Joan Castaño, Gaspar Jaén y Urban, Rafael Navarro Mallebrera y Joaquim Serrano. Al año siguiente, éste se incrementó con la incorporación de Ana M. Alvarez y Miguel Ors.

Para ordenar su contenido, los responsables de la publicación la dividieron en dos partes bien diferenciadas que se titulan genéricamente «La Fiesta» y «La ciudad de la Fiesta», donde hay cabida tanto a trabajos sobre el Misteri como a investigaciones relacionadas con cualquier aspecto de la población que, en definitiva, lo hace posible. Además, el periodo que va de 1989 a 1992 también se caracteriza por recuperar la revista la correcta numeración, se produce una mejora en la impresión y el tipo de papel utilizado, lo que se traduce en la consolidación de una revista seria de estudio y de investigación.

En la edición del año 2012, con Manuel Rodríguez Maciá ya como director, se rescató el formato de la revista que se estableció a finales de los años ochenta, que además de recuperar su periodicidad anual, comprendía dos grandes apartados: «La ciudad de la Festa” y «La Festa», a los que posteriormente se añadió otro dedicado a «Documentos para la ciudad y la Fiesta». La última edición de la revista es la correspondiente al año 2014, aunque debido a diversas circunstancias de carácter administrativo vio la luz en los primeros meses de 2015. La revista ha continuado el formato de estos últimos años.

Tras cuatro años en los que no se publicó, en 2018 toma la dirección de la revista Gaspar Maciá, que la mantiene en la actualidad. En estos años, según explica, el trabajo ha mantenido la línea de continuar con la estructura de la revista (con una parte de investigación de la ciudad y otra sobre La Festa), a lo que ha sumado una actualización del diseño para hacer la publicación más atractiva y visual. Otra de las novedades incorporadas ha sido la recuperación de la tradición de que la portada estuviera dedicada a un artista local.

«El objetivo de las novedades introducidas es, sin perder el rigor académico y de investigación de la revista, hacer que la revista sea un poco más amena y dirigida a la población en general. Por ello, buscamos temas que no solo son los que tienen su origen en archivos del siglo XVI. También queremos tratar temas más actuales», apunta el director de la revista.

Otro aspecto que también se ha potenciado en los últimos años es el de la distribución. «La revista se distribuye prácticamente en un 90% entre universidades, centros de investigación, archivos y bibliotecas de toda la Comunidad Valenciana, pero también de toda España y del extranjero», enfatiza Gaspar Maciá, quien también pone en valor un trabajo que evita que los libros que se quedaban hace años arrinconados ahora sirvan para «divulgar los distintos aspectos de la ciudad y del Misteri».

Para el actual director, la Festa d’Elx es un caso único en la ciudad y muy poco frecuente en el resto de España. «Que una revista tenga una vida de 80 años no es lo normal», enfatiza, quien considera que la clave está en que el Ayuntamiento se ha encargado de divulgarla y sostenerla, a lo que también se suma el compromiso e impulso de las personas, como Manuel Rodríguez, que han dado a esta publicación».

Digitalización de la Revista

La Cátedra institucional Misteri d’Elx de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche llevó a cabo el año pasado un proyecto de digitalización de documentación antigua vinculada con el Misteri. En concreto, la Cátedra de la UMH ha escaneado toda la colección existente de la revista Festa d'Elx, la publicación más antigua de la ciudad, editada por el Ayuntamiento de Elche desde 1942. Los 61 ejemplares de la revista han sido digitalizados en una calidad óptima que permite su indexación y la recuperación de la información contenida en ellos.

Para el desarrollo de este trabajo se han recurrido a los mejores ejemplares de la revista, recopilados por la propia Cátedra, así como por la Cátedra Pedro Ibarra de la UMH y el Archivo del Patronato del Misteri d’Elx. Dentro de este mismo proyecto, la Cátedra también ha digitalizado cerca de 3.000 artículos de prensa conservados por el Patronato del Misteri de entre 1976 y 1981.

De cada uno de ellos, se ha elaborado una ficha detallada que permitirá su recuperación y almacenamiento en soportes electrónicos. Todo el material digitalizado se compartirá con el Archivo del Patronato del Misteri.