Tras tres años sin poder cargar sus arcabuces, los festeros esperan con ansia llenarlos de pólvora. Está previsto que este martes se disparen 90 kilos de explosivo por parte de las 90 personas autorizadas para participar en el Alardo en Elche. La cantidad de pólvora es similar a la disparada en 2019, último año en el que se celebraron los festejos antes de la pandemia que paralizó los actos hasta este 2022, cuando se cargaron 85 kilos. Eso sí, cifras muy alejadas de la de años anteriores, como en 2018, cuando se lanzaron 130 kilos. Se regresa a las cifras de 2016, con una nueva normativa más estricta con los cursos de formación que tienen que hacer los festeros. Eso sí, la emoción y el espectáculo están asegurados, afirma el presidente de la Asociación de Moros y Cristianos, Julián Fernández. 

El Alardo de hoy arrancará en la avenida Juan Carlos I y finalizará junto al Palacio de Altamira, tras pasar por buena parte de las principales calles y plazas del centro de Elche, como Puente Ortices, Capitán Lagier, Portell de Granyana o Diagonal del Palau. A destacar, la gran presencia femenina en el acto de arcabucería. Un 40% serán mujeres. Así, 40 féminas y 50 hombres dispararán sus arcabuces en un espectáculo que se inicia a las 9 de la mañana y que está previsto que dure unas dos horas. 

Las medidas de seguridad son extremas para evitar que se produzca cualquier percance. La entrega de pólvora se produjo el pasado viernes en el Camino de Casilla. El cambio de la normativa permitió adelantar esa entrega, que se hizo bajo estrictas medidas de seguridad y en un espacio al aire libre, alejado de viviendas y de la circulación del tráfico. El Alardo vuelve a brillar con luz propia, una vez que se han quedado atrás los años más duros de la crisis económica y del accidente tras la explosión de un arcabuz en 2008 que se saldó con tres personas heridas. Ahora la seguridad se extrema.