Unos 5.000 kilos de pólvora se prenderán en estas Fiestas de Agosto por parte de los ilicitanos solo para su uso particular y celebraciones con amigos y familia. La tradición de comprar petardos de cara a las Fiestas de Elche ha vuelto con fuerza y así lo están constatando los despachos donde se pueden adquirir estos productos pirotécnicos para uso doméstico.

Bengalas, paracaídas, girasuelos, papallones, pirotecnia recreativa infantil sin trueno ni efectos volantes, serpentinas, piulas, tracas, baterías, borrachos, carretillas... el catálogo este año reúne clásicos de todos los años y también novedades inspiradas en China o Alemania.

Pero la diversión y el negocio no pueden estar reñidos con la seguridad. Y para ello, como ha venido siendo habitual en los últimos años antes de la pandemia, la Policía Local de Elche lleva a cabo inspecciones periódicas de cara al control de venta, transporte, manipulación y almacenamiento de productos pirotécnicos.

En concreto, esta labor la están llevando a cabo las patrullas de la Unidad de Establecimientos y Actividades de la Policía Local, al frente de la cual está el inspector José Antonio Corrales y que también se encarga de la supervisión de los espectáculos pirotécnicos que se llevan a cabo durante las Fiestas Patronales.

Estos controles dieron comienzo el 1 pasado de agosto y se prolongarán hasta el 13 de este mismo mes. Lo habitual en estos casos es encontrarse absoluta colaboración por parte de los vendedores. Es infrecuente encontrar partidas de productos pirotécnicos almacenados sin medidas de seguridad u obviando las prohibiciones de venta, por ejemplo, a menores, como ocurría antaño.

Según los datos que facilitan los vendedores al Ayuntamiento de Elche, tanto en el año 2020 como en 2021 se vendieron alrededor de 1.500 kilos netos de pólvora, cada año. Hay que tener en cuenta que ambas campañas estuvieron marcadas por la suspensión de la Nit de L’Albà y la crisis sanitaria por la pandemia covid.

Para hacernos una idea, en la campaña del año 2019, antes de la pandemia, se vendieron en torno a 5.000 kilos netos de pólvora, "cantidad más acorde con la normalidad que seguramente superaremos en este año 2022”, según el responsable de Seguridad Ciudadana, el concejal Ramón Abad, quien este martes, junto con la edil de Aperturas, Ana Arabid, conocía de primera mano el trabajo de los agentes en este ámbito.

En concreto, el proceder de los agentes estos días consiste en una sistemática revisión de los locales de venta para comprobar si cumplen con la correspondiente autorización de venta por parte de Aperturas, así como otras cuestiones como la correcta disposición y puesta a la venta de los productos pirotécnicos.

También los efectivos se fijan en la catalogación de los productos y el perfecto estado de los mismos, el correcto almacenamiento de los productos en los polvorines sin superar el límite de material permitido por la licencia, y se afanan en la comprobación de las medidas de seguridad, como por ejemplo los sistemas de extinción de incendios, las puertas de emergencia, o la señalización de emergencia.

El cumplimiento de los aforos de los establecimientos la posible venta de productos a menores de edad que no pueden adquirir el producto, la comprobación de los vehículos en los que se puedan estar transportando artificios pirotécnicos y el correcto almacenamiento de los artificios en los polvorines son otras de las preocupaciones de los agentes cada vez que acuden a uno de estos negocios de venta de pólvora al ciudadano.

Tal y como ha explica el edil de Seguridad Ciudadana, “gracias a estos controles y a la estrecha colaboración con los dueños de los establecimientos y a otras medidas adoptadas podemos decir a día de hoy que Elche ha dejado de ser noticia por el número de heridos y quedamos y lo es por una esplendorosa Nit de l’Albà en la que todo el pueblo ilicitano participa activamente”.

Este año se ha duplicado el número de casetas portátiles instaladas respecto a 2019. En concreto este año hay 13 puestos permanentes y 6 casetas portátiles, lo que hace un total de 19 establecimientos repartidos por todos los barrios de la ciudad, según recuerda Ana Arabid, quien, al igual que Ramón Abad, hace un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía en el uso de los productos pirotécnicos para disfrutar de las fiestas con seguridad.