Miles de ilicitanos se echaron esta noche a las calles en la que está considerada la noche más larga para la ciudad y en la que convive lo más religioso y lo más ocioso. Una parte de los vecinos, con cirio en mano, acompañarán a la patrona en su vigilia mientras ya empieza a verse el otro extremo, que es el de jóvenes empezando a hacer botellón y calentando motores para entrar a las barracas.

Ambiente en terrazas de locales de ocio. | MATÍAS SEGARRA

La Roà representa una forma de vivir las fiestas de muchas maneras. Desde el punto de vista festero, como devoto a la Virgen de la Asunción o como amante de la música de madrugada. Aunque hay quién se suma a todas esas opciones.

Lo cierto es que la Vespra del Misteri ya marcó el tono solemne de la jornada por la tarde. Apenas unas horas después de representarse la muerte de la Virgen en Santa María, se abrió una completa ofrenda de flores a la Mare de Déu desde Reina Victoria en la que participaron cientos de festeros de múltiples entes como la Gestora de Festejos Populares, la Unió de Festers del Camp d’Elx, Centro Aragonés o Casa de Andalucia. Todos a una y engalanados, realizaron un recorrido hasta la basílica para dedicar el amor que sienten hacia la patrona.

Ya junto al templo sagrado está previsto que se enciendan las luminarias a las 23 horas, y entonces los honores a la Virgen continuarán con la tradicional serenata del Grup d’Havaneres San Agatàngel, Centro Aragonés, La Camerata de la Merced, Amics Cantors y Casa de Andalucía.

Quiénes lo deseen podrán iniciar toda la noche un ritual que para muchos significa respeto, tradición y reflexión durante el recorrido alrededor de la basílica. Aunque un grueso de los devotos suelen ser personas mayores, también se suman familias al completo, incluso algunas con el cochecito de bebé para transmitir una tradición que muchas veces pasa de abuelos a nietos. Durante toda la madrugada la basílica se mantendrá abierta, y desde las cuatro con misas cada hora hasta la procesión de este 15 de agosto.

Con la apertura del templo se permite que todos los que quieran puedan acercarse al cadafal para contemplar a la Mare de Déu. Lo que está claro es que el carácter religioso, litúrgico y de recogimiento de esta noche es bien diferente a la otra Roà que se vive en los parques y barracas hasta altas horas de la madrugada, y que se caracteriza por la diversión y alcohol, aunque en algunas ocasiones no termina siendo tan animada para quién se excede con el consumo.

Ya semanas antes de la cita la concejalía de Seguridad anunció que habrían 350 agentes para esta noche lúdico-religiosa, e incluso la Policía Local tiene montado un centro operativo con drones para controlar los puntos donde más aglomeraciones se produzcan.