De forma provisional el Ayuntamiento ha acometido una reparación de los socavones de las pistas de petanca de Porfirio Pascual que dieron la voz de alarma sobre la inestabilidad que sufre la ladera del Vinalopó en Carrús.
La obra, que se produjo el pasado mes de julio, ha consistido en el sellado del lugar donde a finales de enero se originaron dos agujeros de más de seis metros de profundidad, lo que obligó entonces a clausurar inmediatamente esta zona de juegos.
Según el edil de Mantenimiento, Héctor Díez, la intervención ha consistido en el inyectado de 42 metros cúbicos de hormigón pobre. Asimismo, se ha nivelado el relleno con la pendiente para evitar acumulación de agua. «Es una actuación provisional para garantizar la seguridad de la zona y que nadie pueda caerse dentro», aseguró el edil socialista.
El informe geotécnico realizado por una empresa, que estudió cinco áreas distintas, desde el desnivel de 4 metros que presenta en la parte más próxima al puente del Ferrocarril hasta los 14 metros de cota en las inmediaciones del colegio Ausiàs March, que está cerrado y tendrá que ser demolido, ha sacado a la luz que buena parte de la ladera es el resultado de un relleno de mala calidad con materiales procedentes de obra, que incluso soterraron una antigua escuela (similar a la que hay junto al Pont de Canalejas que dan cabida en la actualidad a la Fundación Salud Infantil) o un gran número de cuevas. Todo ello, unido a las filtraciones del agua, obligará a una actuación municipal en uno de los tramos porque es evidente que el problema va a más.
Por el momento, el Ayuntamiento no ha dado una fecha sobre cuándo podrá acometer lo que se prevé como una compleja y costosa consolidación de esta zona.
