Tener una buena alimentación puede ayudar a prevenir el cáncer, pero no hay ningún alimento milagro que pueda evitar o curar esta enfermedad. Ni existen las dietas anticáncer, ni hay alimentos que de por sí un enfermo de cáncer no pueda comer. ¿Tomar café provoca cáncer? ¿El azúcar o la soja está prohibido a quienes tienen esa enfermedad? Son mitos muy asentados en la sociedad y que pueden suponer un riesgo añadido para quienes ya bastante sufren con la enfermedad. Son creencias populares que pretenden desmitificar las charlas de nutrición oncológica que acoge el Centro de Congresos de Elche hasta el 15 de diciembre, bajo el lema «Ante el cáncer, nútrete», dirigidas a pacientes, familiares y también a sanitarios.

Una persona pregunta dudas en la primera de las jornadas. | ANTONIO AMORÓS

El objetivo es concienciar sobre la importancia de la alimentación durante todo el proceso oncológico, desde el diagnóstico hasta después del tratamiento, explica la reputada dietista-nutricionista Victoria Góngora, encargada de estas charlas, en las que colabora el Ayuntamiento de Elche. La nutrición es un pilar básico tanto en la prevención del cáncer, como en la fase de diagnóstico y al tratarse, «pero ni cura ni sustituye al tratamiento, lo acompaña», alerta, eso sí, la nutricionista. Góngora aconseja «cuidar su alimentación desde el principio, sin alimentos ni dietas anticáncer y pedir ayuda a un nutricionista colegiado , que reclamen esto en asociaciones en centros salud, en hospitales, porque la nutrición es un derecho del paciente, y ahora parece un privilegio».

A pesar de la importancia que tiene la alimentación, en nuestro país, al contrario que en otros, como en Suiza, los dietistas y nutricionistas no forman parte del equipo multidisciplinar de hospitales o centros oncológicos. Lo que podría salvar vidas. Se estima que más de un 10% de las muertes de pacientes con cáncer en la Unión Europea se atribuyen a la desnutrición. La Organización Mundial de la Salud y otros organismos de referencia estiman que debería haber un dietista-nutricionista por cada 100 camas en el hospital y, a nivel de Atención Primaria, uno por cada 50.000 tarjetas sanitarias.

Sin embargo, en Elche, el número de dietistas-nutricionistas en el hospital es insuficiente y no se cuenta con ellos ni en Atención Primaria ni en asociaciones contra el cáncer. «Esa falta de profesionales pone en peligro a los pacientes, y tanto ellos como sus familiares acaban buscando información por su cuenta en Internet y recurriendo a numerosas dietas milagro, restricciones alimentarias y suplementos, pudiendo así comprometer el tratamiento oncológico y su salud», alerta Góngora.

«La nutrición es un derecho del paciente, y ahora parece un privilegio»

Victoria Góngora - Dietista-nutricionista

Se estima que un 30% de casos de cáncer se podrían prevenir con una alimentación saludable, comiendo frutas, verduras, legumbres o carnes magras. Además, los estudios muestran que un alto porcentaje de pacientes en el momento del diagnóstico ya presenta riesgos de desnutrición, la cual supone más efectos secundarios, estancias hospitalarias más largas, interrupciones en el tratamiento, mayor mortalidad y menor calidad de vida. Y la dieta de cada persona enferma debería ser personalizada dependiendo del momento del diagnóstico y de la sintomatología. «No es lo mismo un cáncer de mama, que de páncreas», señala Góngora.

Son cuatro las charlas organizadas, que se repiten dos veces, y que son gratuitas. Los interesados se pueden inscribir por WhatsApp en el 622 66 12 90, indicando el nombre y el taller al que se quiere acudir. Así, la primera de las charlas es la «prehabilitación, alimentación antes de empezar el tratamiento oncológico», cuya primera convocatoria se celebró este jueves y que se repite el 8 de noviembre. Está dirigida a personas que acaban de ser diagnosticadas de cáncer. «Informarles qué pueden hacer antes de empezar el tratamiento en cuanto a su alimentación, ejercicio físico y la salud mental», explica. «El tratamiento es como una maratón, tienes que ir preparado para obtener mejores resultados y para recuperarte lo antes posible». 

«La falta de dietista pone en peligro al paciente, que recurre a dietas milagro»

Victoria Góngora - Dietista-nutricionista

La siguiente charla será «alimentación durante el tratamiento oncológico», el 15 de septiembre y el 22 de noviembre. «Está enfocada a quienes estén en tratamiento y tengan efectos secundarios, como diarreas, vómitos o llagas, qué pueden comer a pesar de esta sintomatología», señala Góngora. 

La tercera, «mitos sobre alimentación y cáncer. ¿Ni soja ni carne roja?», el 13 de octubre y el 5 de diciembre. «Para desmitificar muchas de las cuestiones relacionadas con la alimentación y el cáncer que causan muchos miedos, culpa y hasta restricciones alimentarias», explica la dietista. Hay quienes compran, incluso, suplementos que pueden colisionar con su tratamiento. 

«El tratamiento es como la maratón, hay que ir preparado para un mejor resultado»

Victoria Góngora - Dietista-nutricionista

La última charla es la que se pregunta «después del cáncer, ¿puedo comer de todo?», el 27 de octubre y el 15 de diciembre. Dirigida a personas después del tratamiento o en tratamiento hormonal que necesitan recuperarse y empezar a comer de forma saludable. 

Tampoco hay que confundir la alimentación para prevenir el cáncer, con la del tratamiento oncológico. Por ejemplo, si se sufre diarrea, hay que eliminar de la dieta el pan integral o el brócoli, muy saludables, no obstante, en otras circunstancias. Saber alimentarse también es importante, o más, durante la lucha contra esta temible enfermedad.