La peatonalización de más zonas del centro, después de la obra estrella de la Corredora y de la Plaça de Baix, se ha atascado en la Replaceta de les Barques. Una urbanización para «pacificar» este punto del casco histórico, muy próximo al epicentro de bares y restaurantes , que el equipo de gobierno había conseguido activar este año tras quedarse en el tintero en los sucesivos presupuestos municipales.
Pese a haber realizado la propuesta de adjudicación en junio por 195.000 euros a una de las cuatro mercantiles que se presentaron al concurso público, finalmente, a la que obtuvo la máxima puntuación se le pidió la información necesaria y no cumplía con los requisitos, según confirmó la edil de Urbanismo, Ana Arabid.
Esto obligará ahora al Ayuntamiento a requerir a la segunda empresa clasificada para que pueda ejecutar unas obras que salieron a licitación junto a la remodelación de la calle Almassera en diciembre del año pasado con un plazo de ejecución de tres meses y con la vista puesta en que estuvieran acabados en 2022.
El objetivo municipal es ahora arrancar cuanto antes los trabajos, ya que no se va a tener que recurrir a una nueva licitación para solventar este contratiempo.
De cualquier manera, el equipo de gobierno había decidido posponer a después de las Fiestas de Agosto para no entorpecer a los bares y los restaurantes en la semana más fuerte del año. Llegaron incluso a hablar con los hosteleros para comunicarles esta decisión que vieron con buenos ojos.
Finalmente, la remodelación de esta céntrica calle tendrá que esperar más hasta que se resuelva administrativamente el proceso de adjudicación, lo que pasa por requerir de nuevo información a la segunda empresa y formalizar el contrato.
La reforma de la Replaceta de les Barques supondrá suprimir el tráfico residual de vehículos que tiene esta calle y la creación de una zona de carga y descarga para dar servicio a los numerosos locales de hostelería que han aflorado en torno a este eje. La otra excepción para que puedan pasar los coches será para los propietarios de garajes situados en esta arteria.
Por ello, el Ayuntamiento va a apostar por un pavimento pisable por los vehículos de granito que dará continuidad a las calles Mare de Deu del Carme, Troneta y Hospital. Con ello, se extenderá ese acabado hasta la calle Almassera, que está en muy mal estado.
Plan Centro
La remodelación de esta calle era uno de los objetivos del Plan Centro que inició el equipo de gobierno en 2019, incluso desde antes se era consciente de que esta replaceta necesitaba una reordenación. Con esta obra, el equipo de gobierno había dado por completada la peatonalización en la zona sur de la calle Corredora.
Desde que hace tres años arrancara ese plan con la remodelación de las calles Alfonso XII, Juan Ramón Jiménez y Ángel el casco histórico ha ido cambiando de imagen en favor de los peatones y en detrimento del coche privado.
Primero comenzaron por estos viales, donde se suprimieron aparcamientos, se crearon nuevas paradas de bus y se cambiaron de sentido calles, con la finalidad de preparar el casco histórico para la peatonalización de la Corredora y de la Plaça de Baix, la actuación estrella de este plan que fue realidad hace dos años.
Después llegaron las obras de las plataformas únicas en Porta Oriola, Barques y Sant Miquel; Fatxo; Sant Vicent y Abadía, Mare de Déu de la Llet y Fossar. La transformación de Virgen de la Cabeza ha sido otra de las intervenciones, al igual que el carril bus de la calle Puerta de Alicante.
