Cada 21 de septiembre se celebra, desde 1994, el Día Mundial del Alzheimer, instituido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciado por Alzheimer's Disease Internacional (ADI). La amenaza más importante para una buena calidad de vida a partir de los 60 años es el deterioro cognitivo, y en concreto la demencia asociada a la enfermedad de Alzheimer, que los expertos califican como una “pandemia invisible” que afectará a más de 82 millones de personas en 2030 en todo el mundo y que casi se duplicará en 2050, con 152 millones de casos. Es también una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. En España un millón doscientas mil personas padecen alzhéimer.

"El envejecimiento es el principal factor de riesgo para desarrollar alzhéimer. En la actualidad, 1 de cada 10 personas de más de 65 años padece alzhéimer en España, dato que es perfectamente extrapolable a la provincia, y a los 85 años esta devastadora enfermedad afecta ya a 3 de cada 10 personas", explican desde Neurociencias-CSIC.

"Si algo nos ha enseñado esta pandemia de SARS-CoV-2, es la importancia de aunar esfuerzos y derivar recursos a la investigación para encontrar soluciones. Algo que debería extrapolarse al alzhéimer, para evitar, además del sufrimiento a enfermos y familiares, las consecuencias devastadoras de esta pandemia invisible en la economía, la sociedad y el bienestar de familias de todo el mundo", añaden desde el instituto de la UMH de Elche. El coste anual de esta pandemia de alzhéimer se estima, según la OMS, alrededor del 1% del PIB de los países. En nuestro país, según cifras de la Sociedad Española de Neurología, sus costes alcanzan los 60 millones de euros diarios, asumidos en un 87% por las familias afectadas.

El envejecimiento es el principal factor de riesgo para desarrollar alzhéimer. La enfermedad afecta a una de cada 10 personas mayores de 65 años, una cifra que se incrementa a 3 de cada 10 entre los mayores de 85.

En 2030, una de cada cinco personas residentes en Europa y Estados Unidos habrá alcanzado los 65 años. Y en 2035 las personas de más de 65 años superarán por primera vez en número a los menores de 18. Como consecuencia, la prevención de las enfermedades relacionadas con la edad, como esta adquiere una importancia creciente para la salud pública.

El coste del Alzheimer se estima, según la OMS, alrededor del 1% del PIB. En nuestro país, supone 60 millones de euros diarios.

Desde el Instituto de Neurociencias UMH-CSIC en Alicante varios grupos de investigación trabajan para lograr un futuro sin alzhéimer, en línea con el lema de la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA): InvestigaAcción

  • Mecanismos moleculares alterados en la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Liderado por Mª Salud García Ayllón y Javier Sáez Valero, los beneficios traslacionales de este grupo de investigación radican en que analizan la alteración de mecanismos moleculares en la enfermedad, definiendo un potencial uso diagnóstico e implicación en terapia. Este grupo forma parte de CIBERNED (Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Neurodegenerativas, ISC-III) y cuenta con miembros de FISABIO (Fundación para Fomento de Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana) e ISABIAL (Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante). Tienen colaboraciones internacionales en el proyecto BiomarkADPD (una iniciativa dentro del programa JPND de la UE) y la “Society for CSF analysis and clinical biochemistry”, para la validación y estandarización de protocolos de determinación de biomarcadores en líquido cefalorraquídeo (LCR).

Con medio centenar de publicaciones relevantes, en los últimos años, han estudiado parte de los principales mecanismos alterados en la enfermedad de Alzheimer y la interrelación entre ellos, que ha llevado a varios hallazgos relevantes:

  • Han demostrado un mecanismo novedoso por el cual el β-amiloide regula la expresión y la glicosilación de la reelina, lo que influye en su cascada de señalización. La reelina es una proteína de señalización que modula la función sináptica y la plasticidad en el cerebro a través de la interacción con los receptores de la apolipoproteína E, que es el principal factor de riesgo genético para la EA esporádica, asociada a la edad.
  • También han descrito un nuevo receptor de apolipoproteína E que influye en el procesamiento amiloide.
  • Han desarrollado nuevos biomarcadores del líquido cefalorraquídeo, evaluando el potencial diagnóstico de determinadas formas glicosiladas de proteínas (incluida APP), que mejoran la sensibilidad y la especificidad de los biomarcadores.
  • Epi-Genómica Funcional del Envejecimiento y la Enfermedad de Alzheimer. Liderado por José Vicente Sánchez Mut, este grupo investiga los fundamentos moleculares del declive cognitivo relacionado con la edad y la neurodegeneración, con un interés particular en la enfermedad. Su hipótesis es que la interacción entre la genética y la epigenética modula el riesgo de sufrirla. Para abordar esta hipótesis, utilizan modelos de ratones y muestras humanas, y combinan la neurociencia molecular y del comportamiento con las más avanzadas tecnologías de célula única, secuenciación de última generación, herramientas bioinformáticas y edición epigenética.

Su objetivo final es entender mejor el mal funcionamiento del cerebro relacionado con la edad así identificar nuevos biomarcadores y objetivos farmacológicos para seguir desarrollando las actuales terapias relacionadas con el alzhéimer.

Como consecuencia, la prevención de las enfermedades relacionadas con la edad, como el Alzheimer, una auténtica pandemia “invisible”, tiene una importancia creciente para la salud pública y la economía.

  • Plasticidad de microglía en la enfermedad neurodegenerativa. Este grupo de reciente creación está liderado por Jose P. López-Atalaya. Surge de la necesidad urgente de intervenciones preventivas y terapias que logren al menos, frenar el avance de la enfermedad, hasta hoy sin conseguir. Las causas principales que inician el deterioro cognitivo y de la memoria en la enfermedad de Alzheimer permanecen ampliamente desconocidas. Sin embargo, hoy sabemos que el riesgo de padecer la enfermedad de alzhéimer de inicio tardío, la forma más común de la enfermedad, está altamente influenciada por la genética de los individuos. Se ha estimado que la proporción atribuible a factores genéticos es del 60 al 80%. Los datos genéticos apuntan a un papel importante de la respuesta inflamatoria en la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío. Las investigaciones de este grupo evalúan esta hipótesis y buscan nuevos medios para modificar la progresión de la enfermedad a través de la modulación de la respuesta inmunitaria.