Uno de los elementos que más caracteriza a los aparatos aéreos del Misteri es la envoltura de oropel, ese material dorado que da un color especial a la Festa. Pues bien, el Patronato del Misteri podrá asegurarse estas láminas para futuras representaciones, incluidas las extraordinarias que arrancan este viernes, 28 de octubre, después de que se haya firmado un convenio con la empresa ilicitana, Vellerino SDI, afincada en Algorós, que se encargará a partir de ahora de suministrar el oropel.

Precisamente este jueves se ha rubricado el acuerdo, en el que se ha destacado que la firma ha donado cerca de 500 metros fabricados exclusivamente para la confección de las piezas que decoran los aparatos aéreos de las representaciones y las palmas doradas. 

Tal y como indican desde el Patronato, en los últimos tiempos había preocupación para la familia del Misteri después del cierre de la empresa que habitualmente proveía el oropel porque se tenían que buscar alternativas que asegurasen la calidad del material para que la Festa no se desluciera.

Tradición

Y es que lo primordial es que la tradición se mantenga con todos sus elementos donde el oropel es esencial para decorar. Uno de los más icónicos son las palmas, que deben elegirse correctamente para cumplir varios requisitos, como que que sean blancas, rígidas y que se abran poco.

La palma que se utiliza en las representaciones no debe de blandear, porque es utilizada en momentos intensos como en la Mangrana o en las manos del Ángel y San Juan, la pelea de la Judiada o el bautizo de los judíos..

Aplicaciones del oropel para los aparatos aéreos del Misteri INFORMACIÓN

Proceso

Se eligen cinco palmas a las que se les coloca el oropel para las escenificaciones y el trabajo inicial es casi milimétrico. Arranca el proceso pelando la parte inferior para configurar la empuñadura.

Después se van colocando a mano las pequeñas láminas doradas, en cada una de las 200 ó 225 pequeñas hojas que tiene cada palma, según han venido señalando expertos durante los últimos años. Esta tradición, incluso, la realizaban las monjas del convento de las Clarisas.