El alcalde de Elche, Carlos González, ha rechazado el ultimátum de que ha dado la Generalitat Valenciana a los ayuntamientos para cumplir con la Ley de Memoria Democrática. Descarta eliminar el nombre de personas vinculadas con el franquismo de 123 calles de Carrús y retirar en el plazo de un mes la Cruz de los Caídos del Paseo de Germanías. El regidor socialista ha garantizado que la supresión de este monumento se realizará con la remodelación prevista para la plaza, pero ha dado por hecho que no será antes de las elecciones.

Sobre el cambio del callejero, el primer edil ha alegado el "impacto social, económico y postal alto e inasumible" que supondría para un barrio con 80.000 vecinos, 26.000 viviendas y 8.000 locales comerciales "máxime cuando las personas que dan nombre a estas calles no tuvieron una relevancia política o social ni llevaron a cabo ninguna exaltación de la dictadura".

Sobre la retirada del controvertido símbolo de El Pla de San Josep, ha advertido que el equipo de gobierno lo "hará sin prisa pero sin pausa". La junta de gobierno local trasladará a la Conselleria sus argumentos en contra de la petición formulada a los ayuntamientos para que en el plazo de 30 días eliminaran vestigios de la Guerra Civil y de la dictadura.

"La eliminación de la Cruz de los Caídos seguirá su curso en paralelo a la reforma del Paseo de Germanías, cuya modernización significará su tematización sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos y puesta en valor del refugio antiaéreo", ha señalado. Asimismo, el primer edil ha fijado en el cuarto trimestre de 2023 (transcurridas ya las elecciones municipales de mayo) la adjudicación de la remodelación al tener que volver a sacarla a concurso público, y a partir de ahí iniciar los trabajos. González confía en que antes del 31 de diciembre del próximo año pueda empezar la remodelación del Paseo de Germanías que incluye la retirada de la Cruz, pero ha dado por hecho que la actuación no va a estar ni mucho menos acabada porque no hay tiempo material para ello. Esta circunstancia supondría la pérdida de la subvención de los fondos europeos Edusi que financia la mitad de la obra valorada en algo más de 800.000 euros, ya que el plazo exigido para finalizar los trabajos es final del próximo año.

Por otro lado, sobre las placas de viviendas con simbología franquista, González ha dicho que su supresión "no es responsabilidad municipal, sino de las comunidades de propietarios de cada inmueble".