Pasar una noche junto a personas sin techo para visibilizar la problemática que cientos de personas sin recursos atraviesan a diario. Esa es la misión que quiso cumplir Cáritas Elche este jueves a través de su acto «1 de 365, ¿y si fueran así todas tus noches?». 

En la plaza de Santa Isabel decenas de voluntarios y particulares se congregaron a última hora de la tarde para reivindicar más medios con los que evitar que cada día personas se tengan que ver malviviendo en las calles o en recursos asistenciales temporales.

Al margen de la actividad divulgativa, también se da la posibilidad a vecinos de poder pasar la noche junto a personas indigentes para tratar de acercar sus realidades. 

Lectura del manifiesto de Cáritas Elche en busca de que nadie se quede sin hogar Áxel Álvarez

Fuera de cobertura

El encuentro pudo por fin celebrarse después de que la semana pasada se aplazase por amenaza de lluvia. Esta iniciativa está enmarcada en la campaña «fuera de cobertura» que Cáritas viene desarrollando en los últimos tiempos. Precisamente hace unos días se celebró una performance en la Plaça de Baix, en pleno centro, para lanzar un mensaje de unidad. 

El acto, cierre de la campaña, pretendía, por tanto, afianzar el mensaje y llamar de nuevo la atención para que las personas sin techo dejen de estar invisibilizadas. 

Testimonios reales

Al inicio se proyectó un vídeo en el que personas afectadas por esta situación contaron sus testimonios, que han sido recopilados por parte de Cáritas a nivel nacional. Después, en la lectura del manifiesto, trabajadores , voluntarios y usuarios dejaron claro que «desconectarse en este mundo es vivido como una pérdida en cuanto a posibilidades y oportunidades; trámites, trabajo, consumo, relaciones y comunicaciones, pero, ¿qué significa para las personas, que nos encontramos, en grave exclusión social vivir sin conexión?». 

Con este interrogante, que no fue lanzado al aire, se evidenció la problemática que tienen estas personas a acceder a los servicios públicos, a las relaciones sociales y familiares así como al derecho de mantener una buena salud física. En definitiva, se manifestó que hay que encontrar «la conexión a la propia dignidad y a la vida» para no verse «conectados a la soledad, al sinhogarismo, a las miradas de rechazo y negación, a la atención social itinerante, y a la mirada asistencial que genera dependencia», expusieron.