Ni el genial Chicote hubiera podido imaginar lo que una patrulla de la Policía Local de Elche ha descubierto en un negocio de comidas en Elche, que ha sido clausurado por la Policía Local y del que dieron aviso los vecinos sencillamente por el mal olor que desprendía. El negocio, aunque el propietario ha negado que lo fuera, se encontraba situado en la calle Lope de Vega. Ahora se ha sabido que ni siquiera tenía agua corriente. La cantidad de irregularidades son tantas y tan impensables que fuentes de la Jefatura Local han explicado a INFORMACIÓN que nunca habían visto nada parecido. Según ha explicado este viernes en un comunicado el Ayuntamiento de Elche, el negocio "ofrecía menús", ahora bien, ¡vaya menús!.

Una imagen facilitada hoy por el Ayuntamiento de Elche de cómo se cocinaba en el establecimiento INFORMACIÓN

Los hechos se han descubierto el pasado día 5 de octubre cuando una patrulla de la Unidad de Establecimientos y Actividades (UEAC) fue avisada por los vecinos sobre el olor de un establecimiento colindante con sus viviendas que era insoportable y desde hacía meses. Estos aseguraban en su denuncia que se trataba de un local comercial y que funcionaba desde hacía tiempo, aunque al Ayuntamiento de Elche no le constaba el alta como tal, según los datos que han sido recabados por el periódico.

Imagen captada por los agentes del lugar donde se realizaban los alimentos INFORMACIÓN

Los agentes de la patrulla Lince de la UEAC realizaron una inspección "sorpresa" al establecimiento detectando en la misma numerosas irregularidades y "riesgos para los consumidores" de los que han dado cuenta en el acta de infracción. Los agentes, explican en el informe que elaboraron para la jefatura, que a su llegada encontraron la persiana de acceso entreabierta, "pudiendo escuchar el ruido de trabajo en su interior y un fuerte olor a fritura de alimentos". Accedieron al establecimiento y se pusieron en contacto con la persona responsable de la actividad, "que no se encontraba habilitada para atender al público de manera física", explican.

La presencia generalizada de suciedad y restos de cucarachas, así como del tipo de alimentos cocinados, correspondían plenamente con las molestias vecinales de malos olores

El local contaba con una barra y una cocina interior en un estado de conservación y limpieza "deficientes, existiendo un único punto de luz y un ventilador ubicados en la sala del establecimiento donde se preparaban masas para determinados alimentos, "algunos contenidos se encontraban en envases no aptos para tales fines", explican los policías en el atestado que levantaron. Todo ello junto a gran cantidad de objetos almacenados y restos de comida tanto en suelo como en paredes, no haciendo uso del extractor de humos por mal funcionamiento. Asimismo, se constató la ausencia de suministro de agua potable para las actuaciones de limpieza y tratamiento alimentario más básico. "La presencia generalizada de suciedad y restos de cucarachas, así como del tipo de alimentos cocinados, correspondían plenamente con las molestias vecinales de malos olores y presencia de plaga de insectos advertidas", llegaron a la conclusión los policías locales.

Asimismo, se constató la ausencia de suministro de agua potable para las actuaciones de limpieza y tratamiento alimentario más básico.

La cocina del negocio desmantelado por la Policía Local de Elche y que carecía de autorización INFORMACIÓN

Todo ello junto a gran cantidad de objetos almacenados y restos de comida tanto en suelo como en paredes, no haciendo uso del extractor de humos por mal funcionamiento.

"Siendo evidente la elaboración de comida en el lugar en cantidades destacables", aseguran desde la Jefatura Local de Policía de Elche, se le preguntó al responsable si vendía dichos productos o los distribuía a otros locales, negando tal extremo y afirmó que los producía para el consumo de su familia, "pese a contar con paquetes de bolsas de plástico para tal fin y otros indicios que contradecía esta versión", explicaron los agentes en su informe.

El implicado además negó disponer de ningún tipo de licencia o autorización para la preparación de alimentos. Por tales hechos, la patrulla intervino y depositó en el frigorífico del propio establecimiento un determinado lote de alimentos para su posterior inspección sanitaria, precintando el mismo, y siendo conminado a cesar la actividad y al reparto de comida constatado por varios vecinos de la calle en la que se ubica el local.