Los alumnos del IES Victoria Kent de Elche llevan su almuerzo en bolsas de tela, en envases reciclables y el agua en cantimploras. Han eliminado el plástico. Su labor se premia con una serie de recompensas educativas como una ligera subida de nota, poder ver el libro en un examen durante cinco minutos o sentarse con el compañero que quieran en lugar de por orden de lista.

Los alumnos más concienciados con el medio ambiente pueden canjear los sellos de su cartilla de puntos por lo que prefieran. Aunque, como señalan las impulsoras de la iniciativa «Mar Sense Plàstic», es solo un estímulo porque sus alumnos ya están motivados con el cuidado medioambiental «y lo que queremos es que se involucren sin pedir nada a cambio», explica la profesora Olga Tortosa.

Unos alumnos hacen un surco en el patio para plantar un árbol. Tony Sevilla

En este centro educativo se han tomado el cuidado del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático a rajatabla. Los alumnos tienen una cartilla de puntos que se les sella cada vez que hacen algo por el cuidado del medio ambiente. «Nuestro objetivo principal es la reducción de plásticos y la concienciación sobre el consumo abusivo de ese material», explica la docente del Departamento de Biología. 

En un rincón del patio encontramos a un grupo de alumnos dando clase al aire libre, sentados sobre viejos troncos de palmera que hacen de asientos. En este «jardín animado» además de impartirse clases, también realizan actividades.

Incluso, uno de los premios que pueden canjear los alumnos es, precisamente, salir allí a recibir la lección en lugar de en el aula del edificio. Allí se han plantado especies autóctonas de la provincia y frutales de Elche. Y cuentan con un aula de la naturaleza en el exterior. También con un hotel para insectos y están ahora haciendo unas cajas nido para murciélagos. Cada alumno, incluso, tiene apadrinada una planta.

Sellando una cartilla de un alumno por llevar un almuerzo saludable. Información

El proyecto educativo de cuidado del medio ambiente y del impacto de los plásticos en el mar tiene el apoyo del Ayuntamiento de Elche y de la Conselleria de Educación. De hecho, esta última les concedió el poder impartir una asignatura optativa pionera para alumnos de Tercero de la ESO, «Taller de profundización de Biología», donde realizan prácticas de laboratorio de biología marina y, además, forman al alumnado para que sean ellos los que vayan a dar charlas para concienciar a los alumnos más pequeños.

«Los de Tercero dan charlas a los de Primero y, además, van a los colegios que son adscritos a nuestro centro para dar charlas también», explica Tortosa. La asignatura tiene un gran éxito y es el tercer año que se imparte, con 45 alumnos matriculados este curso. 

Actividad

Una de las prácticas que realizan es la observación de arena de la playa para ver los organismos que viven en ellas y la presencia de microplásticos. Les ayuda en las campañas que realizan de limpieza en las playas, la última en Tabarca y la próxima prevista en El Altet el próximo 26 de noviembre a las 10. «Queremos abrirlo más allá del ámbito educativo, estamos haciendo también labor en las playas y queremos concienciar a todo el mundo del problema que supone la presencia de plástico en el mar», señala Sara Martínez. 

Aula del exterior donde se han plantado especies autóctonas de la provincia. Tony Sevilla

Así, dentro de su proyecto «Mar Sense Plàstic», la actividad de eliminación de residuos en las playas de Elche del 26 de noviembre está abierta a cualquier persona que quiera participar, inscribiéndose previamente en el correo electrónico marsenseplastic@ivk.es. Allí acudirá el alumnado y sus familias, tanto IES Victoria Kent como de los colegios de Primaria adscritos a él, como son el Miguel de Cervantes, Víctor Pradera, Princesa de Asturias y Les Arrels.

Por un lado, habrá alumnos que recojan microplásticos, haciendo un filtrado de la arena, otros, colillas y el resto plásticos más voluminosos y otros residuos

El proyecto empezó hace cinco años tras una incursión que se hizo en una playa para limpiarla y allí el alumnado del instituto encontró una tortuga envuelta en plásticos. La llevaron a un centro de recuperación, y lograron salvarle la vida, aunque se le tuvieron que amputar algunas aletas.

Esta tortuga se ha convertido en el anagrama del «Mar Sense Plàstic» y de la iniciativa de hacer algo para reducir los plásticos. Ahora, lo han presentado como proyecto de innovación educativa a la Conselleria de Educación y están asesorados por la UMH y la UA.