Hace 22 años, un 30 de noviembre de 2000, Elche lograba uno de los mayores hitos de su historia. Ese día, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con sede en París, proclamó el Palmeral como uno de los tesoros más singulares del mundo, de ahí la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Una efeméride así hay que celebrarla y, por este motivo, el salón de plenos del Ayuntamiento de Elche acogió este miércoles un acto para recordar la efeméride, en el que participaron, además de los concejales de la corporación municipal, técnicos del consistorio, y representantes de entidades agrarias y de riego, entre otros asistentes.

El salón de plenos se llenó para brindar por el aniversario de la declaración de Patrimonio de la Humanidad del Palmeral. Matías Segarra

El alcalde de Elche, el socialista Carlos González, no podía estar más optimista en su discurso. «El Palmeral atraviesa el mejor momento en muchas décadas», aseguró en el marco del brindis conmemorativo a raíz de su vigésimo segundo aniversario como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. «El Palmeral vive un buen momento», reiteró, lo que achacó al «trabajo» en estas últimas tres décadas, con momentos clave que recordó.

El primero de ellos, la aprobación el Plan General de 1998 que «fue determinante», insistió, para conseguir que un 90% del palmeral fuera de titularidad municipal. El segundo momento que quiso destacar de este tiempo es la declaración como Patrimonio de la Humanidad en el 2000, «lo que supuso su blindaje definitivo y zanjó el debate sobre que se pudiera construir en dicho medio».

En tercer lugar, el regidor ilicitano valoró la estrategia en defensa biológica «que ha sido capaz de contrarrestar y tener bajo control el picudo rojo», aseguró. Por último, citó la Ley del Palmeral

En este sentido, el alcalde dijo que «debemos sentirnos orgullosos» de la Ley del Palmeral, al ser aprobada en las Cortes Valencianas con una gran mayoría, destacando que dicha legislación, pese a ser autonómica, fue impulsada desde Elche. La misma, manifestó, es clave para garantizar la pervivencia del Palmeral y, además, añadió, contempla, a petición municipal, la obligación de la Generalitat en la financiación de los gastos de conversación y mantenimiento del Palmeral.

El regidor reiteró su gratitud, no solo para quienes conservan ahora esta joya de la naturaleza «y que suman esfuerzos para su salvaguarda», sino también con todas las generaciones «cuyo trabajo y tesón, apego a este valor patrimonial, han hecho posible que hayamos podido llegar a este momento», zanjó durante el brindis en el que se sirvieron dátiles

Un momento del brindis en el Ayuntamiento de Elche. Matías Segarra

Reivindicaciones

Un optimismo, el del alcalde, que contrasta con las reivindicaciones de los colectivos vecinales y conservacionistas que reivindican las necesidades que sigue teniendo el mayor pulmón verde de la ciudad. Consideran, como pusieron de manifiesto este fin de semana en los actos de celebración organizados por una docena de colectivos ecologistas, que todavía no se han cumplido la mayoría de las obligaciones contraídas con este organismo «para ser merecedores de conservar ese honor», como son la adopción de políticas para atribuir al patrimonio cultural y natural una función en la vida de la comunidad así como de medidas para integrar la protección de los bienes del Patrimonio Mundial en programas globales de planificación. 

Además, denuncian que la Conselleria de Cultura «congela» la aportación al Palmeral de Elche en 2023. Entienden que deben establecerse programas educativos que estimulen el respeto y el aprecio por el patrimonio, así como dotar de servicios de protección, conservación y revalorización del patrimonio cultural y natural, con el personal y medios apropiados.

Y piden establecer medidas para la identificación, protección, conservación, revalorización y rehabilitación. También, promover actos de formación y divulgación. 

Sobre la Ley del Palmeral, reiteran que se están incumpliendo los plazos establecidos para el nombramiento del Gestor del Palmeral y la formación del nuevo Patronato. También la obligación de la Conselleria de Cultura de contribuir con el 50% de los gastos inherentes al mantenimiento del Palmeral.

Queda mucho por hacer para conservar este tesoro que lo es de la Humanidad desde hace 22 años. Una cohetada dio por cerrado el brindis que devolvió a los presentes a ese 30 de noviembre del año 2000.