Elche vuelve con los talleres de palma blanca hasta mayo

El Museo del Palmeral retoma los cursos de martes a viernes en los niveles de iniciación y perfeccionamiento -El plazo de inscripción sigue abierto para preparar el producto para el Domingo de Ramos

Taller de palma blanca en Elche

Taller de palma blanca en Elche / INFORMACIÓN

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

El Museo del Palmeral acoge desde esta semana y hasta mayo de 2023 el Taller de Palma Blanca. Con la actividad se persigue dar visibilidad a una tradición que se perpetúa en nuestra ciudad durante siglos y que va íntimamente ligada a los usos del Palmeral, declarado Patrimonio de la Humanidad el 30 de noviembre de 2000, y a la celebración del Domingo de Ramos

Estos cursos, que se impartirán en la casa del Huerto de San Plácido, se desarrollan en dos niveles: el de iniciación, que serán de 10 a 13 horas de martes a viernes, y el de perfeccionamiento, que será de 17 a 20 horas estos mismos días, tal y como ha referido hoy Marga Antón, edil de Cultura.

Uno de los espacios donde se realizan los talleres de palma blanca en la casa del Huerto de San Plácido de Elche

Uno de los espacios donde se realizan los talleres de palma blanca en la casa del Huerto de San Plácido de Elche / INFORMACIÓN

Inscripciones

El plazo de inscripción sigue abierto y se puede realizar a través del correo cultura@elche.es, el número de teléfono 696658146, o de forma presencial en la Concejalía de Cultura, en la calle Sants Metges, 3.

“Los talleres se realizan con el objetivo de que no se pierda el conocimiento de esta singular tradición, por lo que está abierto a todas las personas interesadas en aprender estas técnicas, en especial los jóvenes que tendrán que recoger este testigo para que pueda ser transmitido a las generaciones futuras. Además, tienen una importancia vital tanto por el trabajo productivo que se realiza en ellos, como por ser una forma de mostrar al visitante de este museo nuestras tradiciones”, ha declarado la edil.

Proceso

El proceso productivo se inicia con el encapuchado de las palmas para que adquieran su típico color blanquecino, aislándolas del sol, lo que impide que se realice la función clorofílica. Llegado el momento, se cortan las hojas blancas que han permanecido cerradas, y se seleccionan por tamaños.

Las más esbeltas se utilizarán como palmas y el resto se dedicará a la confección de los ramos. Aquí interviene también el potencial artístico de las personas que los elaboran y se producen verdaderas obras de arte. Su participación en el concurso que se celebra anualmente es el momento de ver reconocida su labor, y podemos ver algunos de los premiados en el propio Museo.