Familias de «Els Arrels» reclaman riego para el centenar de palmeras que tiene el colegio

Volem Palmerar sostiene que el centro educativo se sitúa en un huerto protegido por ley y junto a los padres y madres de los alumnos defiende que el Ayuntamiento tiene que garantizar su conservación más allá de la poda anual

Familiares de alumnos del colegio Els Arrels, junto a representantes de Volem Palmerar, este jueves,  en las instalaciones educativas rodeadas de palmeras

Familiares de alumnos del colegio Els Arrels, junto a representantes de Volem Palmerar, este jueves, en las instalaciones educativas rodeadas de palmeras / MATÍAS SEGARRA

A. Fajardo

A. Fajardo

Hasta un centenar de palmeras han contabilizado las familias del colegio Els Arrels en su centro educativo situado en unas instalaciones provisionales ubicadas en el antiguo «Carlos III» frente a Los Palmerales y San Antón. Aquel lugar donde dan clase, mientras se construye el futuro colegio en Travalón, originariamente fue un huerto histórico, lo que ha dado más argumentos a los padres y madres de los alumnos para movilizarse y reclamar al Ayuntamiento que riegue los ejemplares.

El agua de lluvia es el único aporte que reciben las palmeras que rodean los patios y el antiguo aulario, lo que ha generado preocupación en la comunidad educativa, sobre todo, a raíz de la caída de un ejemplar el pasado curso. Por ello, la Asociación de Familias (AFA) de Els Arrels reivindica un mantenimiento municipal, más allá de la poda anual que se realiza en el centro.

Así lo ha trasladado ya el colectivo al equipo de gobierno en una reunión y en el último pleno municipal.

Además, familiares han contactado con Volem Palmerar para analizar el estado en el que se encuentran los ejemplares y han descubierto que el colegio se asienta en el Hort de Gras, «catalogado como huerto en la zona de amortiguación del Palmeral y por lo tanto protegido por ley», asegura Susi Gómez, presidenta de la asociación defensora del Palmeral. Por este motivo y por tratarse de un centro público, las familias creen que el Ayuntamiento tiene que asumir su responsabilidad.

Agua recomendable

«Las palmeras se nota que no están sanas y no queremos dejarlas morir», lamentan representantes de los padres y madres. Y es que, pese a que son cientos los ejemplares que en Elche tienen que subsistir solo con el agua de las precipitaciones, Volem Palmerar sostiene que para que las palmeras deben de recibir riegos adecuados y periódicos para estar sanas, unos tres o cuatro al año como mínimo, y sobre todo, en verano cuando no llueve y cuando más están sometidas al llamado «estrés hídrico».

Educación en valores

Otra de las razones por las que las madres y padres de los escolares de Els Arrels han comenzado a movilizarse es porque consideran que no se les puede inculcar a los niños el respeto hacia el medio ambiente si están rodeados de palmeras que no se cuidan en las condiciones óptimas que se debería.

Desde la asociación de familias sostienen que si el Ayuntamiento aspira a convertir a Elche en Ciudad Verde Europea debería de dar ejemplo en los colegios y educar en valores. Por eso, más allá de reclamar seguridad para sus palmeras, el deseo del colectivo de familiares es que los pequeños puedan ser testigos del cuidado de las mismas. Plantean, además, que los dátiles no se poden y que puedan ser recogidos para después degustarlos en el colegio, o incluso poder recuperar la forma tradicional de riego del Palmeral, destapando acequias si fuera posible.