Un joven de Elche cuenta la angustia que sufrió hace unas semanas: "Este año ya me ha tocado el Gordo de Navidad"

El chico relata en su perfil de Twitter los difíciles momentos que pasó cuando su padre, enfermo de Alzheimer, permaneció desaparecido durante varias horas

Un joven utiliza un móvil junto a una panorámica de Elche en una imagen de archivo

Un joven utiliza un móvil junto a una panorámica de Elche en una imagen de archivo / INFORMACIÓN

Una dura historia con final feliz. Un joven de Elche ha compartido en su cuenta de Twitter el sufrimiento que vivió semanas atrás cuando su padre, enfermo de Alzheimer, se perdió por la ciudad. El hijo del desaparecido ha dado todos los detalles del suceso, las primeras llamadas recibidas, cómo fue el difícil operativo de búsqueda o la angustia padecida, en un hilo en el que queda reflejado lo despiadada que es esta enfermedad neurodegenerativa, capaz de conducirte a la muerte de una manera tan cruel como inesperada.

Lo sabe el joven que da fe de lo ocurrido, que comienza su publicación con una frase que define lo grave que llegó a ser la situación: "Mi padre está vivo de de milagro". El autor de la publicación, cuyo nombre de usuario es @CollLupa, es consciente de lo sucedido y se "atrevería a decir que este año ya me ha tocado el Gordo de Navidad".

A partir de estas frases iniciales, escritas tras haberse quitado el susto del cuerpo como él mismo reconoce, el hilo empieza y su autor nos lleva al inicio de la historia. El joven se encontraba trabajando en una sesión de fotos cuando se percató de que tenía cuatro llamadas perdidas de su madre. ¿La razón?: "Tu padre se ha perdido".

El chico confiesa que "de primeras no me asusto demasiado ya que pienso que estará dentro del pueblo y me podrá dar algún sitio de referencia y podré ir a por él". Es sobre las 19.00h cuando el autor de la publicación decide ponerse en contacto con su padre, y es en esta llamada cuando la preocupación hizo acto de presencia. El hombre no sabía dónde se encontraba, solo que estaba muy oscuro y que se encontraba en medio del campo, según la conversación transcrita por su hijo.

Las circunstancia obligan al joven a contactar con el servicio de Emergencias, y las feroces dificultades producidas por la enfermedad complican aún más la situación. Desde el 112 le dicen que solo pueden triangular la posición de su padre si es el propio hombre el que marca el número. Su hijo trata de explicárselo, pero los repetidos intentos no tienen éxito.

Las constantes llamadas, tanto de su familia como de la Policía o del 112, acaban agobiando al hombre, que deja sin responder la última llamada de su hijo. La angustia se ceba con el joven, cuyo sufrimiento permanece presente en su relato: "Tuve que parar el coche, romper a llorar y seguidamente llamar a todo el mundo que conozco para dirigirlos a cubrir zonas".

Ha pasado hora y media desde la primera llamada, son las 20.30h, el hombre sigue sin responder a las llamadas de su hijo, hasta que al final un hilo de esperanza da algo de luz en medio de la desesperación. El padre del joven al fin respondió a una de sus llamadas y la luz se volvió real. 

El chico pidió a su padre que buscara algo que brillara entre la oscuridad y ese algo apareció: "A lo lejos veo algo". El tiempo, cuyo paso antes era implacable, ahora se vuelve lento hasta que finalmente, el hombre es capaz de articular en palabras lo que está viendo, "una pequeña fábrica que tenía la luz encendida", y que "se encontraba a más de seis kilómetros de las afueras del pueblo". "Por la temperatura, edad y condición física, dudo mucho que hubiera superado la noche a la intemperie", manifiesta su hijo, que no exagera la gravedad de lo ocurrido.

El joven culmina su hilo con un repaso a las sensaciones vividas durante el día siguiente, en el que su padre ya no se acordaba de nada. El autor cierra su publicación con un mensaje en el que quedan grabadas la agonía sufrida y la amenaza de una enfermedad que no descansa, pero con el consuelo de ver a su padre "siempre alegre", una emoción que el Alzheimer no es capaz de robar.